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'Socialismo del siglo 21 es capitalismo de pocos”

  • Actualizado: 11 junio 2009 /

El socialismo del siglo 21 que impulsa el presidente venezolano Hugo Chávez, “es un capitalismo de unos pocos, con el empobrecimiento de los otros’’, afirmó el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

    El socialismo del siglo 21 que impulsa el presidente venezolano Hugo Chávez, “es un capitalismo de unos pocos, con el empobrecimiento de los otros’’, afirmó el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

    El religioso pronunció su discurso en la entrega de la personería jurídica a la Coalición Patriótica de los Combustibles, organización integrada por más de 50 instituciones de la sociedad civil y que fue fundada gracias a la influencia del cardenal Rodríguez, para obtener precios justos al comprar los combustibles en el país.

    Rodríguez alertó a la población respecto a los daños que causará en el país el populismo, la dictadura y el rompimiento del orden democrático actual.

    Según el cardenal, la ideología del pensamiento único en el fondo es una dictadura, y por lo tanto, se debe aprender a convivir en la pluralidad de pensamiento. “Se debe lograr que los diferentes grupos sociales se conozcan y se respeten y colaboren para un proyecto común, por encima de intereses personales o de grupo, de lo contrario seguiremos en un ambiente de confrontación, y lo que es peor en enfrentamiento”, dijo.

    “El socialismo del nuevo siglo -impulsado por el presidente venezolano Hugo Chavez- es un capitalismo de unos pocos, con el empobrecimiento de los otros”, cuestionó el líder de la Iglesia Católica hondureña.

    El cardenal se preguntó qué es el socialismo del siglo 21, a la vez se contestó que es el capitalismo de unos pocos, con el empobrecimiento de otros.

    “Ustedes pueden ver, dijo a los periodistas que el país en donde se habla de este socialismo del nuevo siglo, o sea en Venezuela, la pobreza está creciendo tremendamente’’, dijo.

    El arzobispo de Tegucigalpa expresó que no tenía conocimiento si este modelo basado en una ideología reciclada, quiere ser instituido en Honduras.

    “A cualquier gobernante le diría que acepten consejos y correcciones, porque todo ser humano se puede equivocar’’, dijo el religioso.
    El jerarca católico dijo que si el presidente venezolano se molesta con estas declaraciones “será problema de Chávez y no de él’’.

    Populismo

    El cardenal dudó que se pueda construir una democracia con grupos que pretenden copar la totalidad del espacio político. “La gran pobreza de nuestro país no se podrá vencer con la polarización de nuestra sociedad, populismo, desinstitucionalización, que hace perder fuerza en los distintos Poderes del Estado”, dijo.

    Agregó que tampoco contribuye a este objetivo una tendencia casi seudomesiánica de que una determinada persona o personas, pueden llevar adelante el cambio. “No se puede construir la democracia, con gobiernos que desean eliminar la alternabilidad en la presidencia, o que se quiere destruir la independencia de poderes o copar la totalidad del espacio político. No se requiere de la mirada de un lince para visualizar el horizonte”, dijo.

    Para el purpurado, el país ya vivió dictaduras en el pasado, y no se puede pensar en volver atrás, sino ver hacia adelante.

    El futuro

    Para el religioso el destino de Honduras no depende sólo de partidos políticos, de la iniciativa privada, o de la sociedad civil, sino del trabajo de cada persona. Rodríguez Maradiaga se mostró a favor de crear una sociedad unida y abierta, para ello es necesario identidad y pluralismo. Se debe reconocer, aceptar y defender la pluralidad. “Hoy día prolifera la ideología del pensamiento único, que representa un empobrecimiento enorme, porque debemos aprender que otras personas pueden pensar distinto, sin ser enemigos y confrontarlos, sin razones para destruirlos”, exclamó.

    Según el cardenal la ideología del pensamiento único en el fondo es una dictadura, y por lo tanto, se debe aprender a convivir en la pluralidad de pensamiento. “Se debe lograr que los diferentes grupos sociales se conozcan y se respeten y colaboren para un proyecto común, por encima de intereses personales o de grupo, de lo contrario seguiremos en un ambiente de confrontación, y lo que es peor en enfrentamiento”, dijo.

    Un cambio

    Para Rodríguez Maradiaga las preguntas básicas que se deben hacer para lograr un proyecto de país es cómo lograr en condiciones de libertad el desarrollo de la persona humana y no sólo pensar cómo se ganarán las próximas elecciones y que Honduras sea un país más digno de vivir. “Qué se puede hacer con una Honduras que aún vive en el siglo 19”, dijo. El bien común implica propiciar un ambiente de paz, estabilidad, seguridad, orden, justo y que la autoridad garantice los medios honestos y la seguridad de la sociedad y de sus miembros. El bien común tiene cuatro elementos básicos establecidos en condiciones sociales de paz, justicia y libertad. Un conjunto de bienes materiales educativos y religiosos; equidad en los recursos y los bienes.

    Mal uso del poder

    El cardenal recalcó que es necesario fortalecer los vínculos comunitarios como primer paso para que los escépticos participen y colaboren en el desarrollo de la democracia.

    “No podemos pensar que una solución es volver atrás, debemos mirar hacia adelante”, recalcó y añadió que “antes de esta Coalición eramos víctimas de una explotación silenciosa y cómplice.

    Aseguró que el poder total no corrompe, pues “un machete no es ni malo ni bueno, depende el uso que yo haga de él, porque lo puedo usar para cortar el zacate o lo puedo usar para cortarle la cabeza a una persona... El mal está en el mal uso que se haga del poder, pero aún así, si el poder total corrompe totalmente, lo que tenemos que hacer es aprender que el poder es para servir, ese es el camino correcto”, dijo.

    “La pobreza sigue siendo el mayor desafío y ese es el problema principal que debemos tratar de romper. Esto no lo hicieron ni los neoliberales ni tampoco pienso que lo pueden hacer otras ideologías recicladas”, recalcó.

    “Los nuevos caminos están aquí, en la participación ciudadana y en la preocupación por el bien común, por eso sabemos que puede haber esperanza y por eso no nos desanimemos”, invitó.

    Para finalizar, afirmó que estaba “convencido que por este camino podemos alcanzar metas superiores y debemos hacerlo. Honduras necesita el concurso de todos y no puede aceptar la indiferencia de nadie”.