Tegucigalpa. Autoridades de las Fuerzas Armadas de Honduras, quienes están al frente del Instituto Nacional Penitenciario (INP), se llamaron al silencio sobre el fallido proyecto del Centro Penal Nacional Noroccidental.
Luego de que fueron erogados 180 millones de lempiras de la Tasa de Seguridad para la construcción del proyecto carcelario en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, el mismo está en absoluto abandono.
Ni el director del INP, el coronel Rony Javier Portillo, ni el jefe de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) y miembro de la comisión interventora de los centros penales, general Mario Arnaldo Bueso Caballero, respondieron a las constantes llamadas para conocer su versión sobre el abandono del proyecto y su posible futuro.
Al buscarlos se nos manifestó en el INP que estaban en constantes reuniones y que no era posible tener un contacto con tales personas.
La construcción de dicha cárcel se detuvo desde 2016, luego que el Gobierno le quitara el mando al comité proconstrucción, que era dirigido por monseñor Rómulo Emiliani, para luego abandonarlo.
A pesar de ello, ninguno de los altos jerarcas de las Fuerzas Armadas quiso pronunciarse al respecto y determinar cuál será el destino de la millonaria obra inconclusa.
