“Desde el año pasado presentamos ante la Fiscalía del Ambiente once denuncias contra igual número de depredadores, estas siguen dormidas en los tribunales de justicia”, lamentó Sulay Rivas, jefa del Departamento Municipal Ambiental (Dema) de El Progreso.
Así resumió la funcionaria la lentitud con que actúan los entes llamados a aplicar la ley para proteger los recursos naturales y la impotencia de frenar la destrucción a la cual es sometida la montaña Mico Quemado, generadora del agua de miles de personas de tres municipios del Valle.
Lo anterior fue expresado por Rivas en la comunidad de Agua Blanca Sur, durante el lanzamiento de una alianza para proteger la reserva en conjunto con la empresa azucarera Azunosa, patronatos y juntas de agua del sector.
La montaña fue declarada área protegida por el Congreso Nacional en 1994 mediante decreto 144-94 como reserva ecológica con una extensión de 28,500 hectáreas, pese a existir esa Ley, la misma no es aplicada por las autoridades, según lo que muestra la realidad, donde a diario los habitantes denuncian la tala del bosque para la siembra de palma, en muchas ocasiones a pocos metros de donde se encuentran nacimientos de agua.
Agregó que la Dema solo tiene la potestad de levantar el informe técnico, mismo que es enviado a la Fiscalía del Ambiente y posteriormente a los tribunales de justicia de El Progreso. “Ambas entidades mantienen estancados los casos. No vemos avance de los once ciudadanos denunciados por ese delito”.
Patricia Romero, presidenta de la Fundación Protectora de Mico Quemado (Fundemique), dijo que este tipo de alianzas ayudan para tratar el problema de deforestación en bloque.
“Lamentablemente nosotros ponemos nuestros esfuerzos para proteger la reserva y las autoridades son flojas al momento de aplicar la ley, ya es hora que actúen para que no siga la destrucción que con la llegada de la palma se ha agravado más”.
Víctor Ramos, ejecutivo de Azunosa, dijo que este es un proyecto piloto que esperan coordinar en el resto de aldeas del sector sur de la Perla del Ulúa. “Esto preocupa, las fuentes de agua se están secando y debemos de actuar ya para conservarlas”.
