En los últimos cinco años, expertos en ingeniería civil han estado advirtiendo sobre la urgencia de reparar las fisuras de la represa hidroeléctrica El Cajón, pero las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica no han actuado con celeridad.
Empleados de la unidad de Mantenimiento de las Obras Subterráneas, MOS, de la represa han contado más de setenta filtraciones, de las que unas treinta son considerables, por lo que es urgente revestir de concreto unos catorce kilómetros de túneles.
Se han presentado diversos estudios que reflejan la grave situación de El Cajón, que a diario registra el ingreso de unos 500 litros de agua por segundo, amenazando el área de máquinas que, si se inunda, produciría un tremendo caos energético en todo el país.
Pero el proyecto sigue en agenda y aún no está lista para publicarse la licitación cuyo último plazo era para este mes.
Las inyecciones en las fisuras costaban hace unos dos años 200 millones de lempiras. El último costo estimado a mediados de este fue un presupuesto de 400 millones de lempiras.
Así como se incrementa el costo de las inyecciones aumentan las fisuras y el riesgo.
El subgerente técnico de la Enee, Leonardo Deras, señala que por problemas financieros no se ha concretado la reparación y que esperan ejecutarla el próximo año.
“Unos ingenieros estudian en el exterior varias técnicas de inyección de presas. Después saldría la licitación porque tengo entendido que ya está aprobado por la junta directiva. Había otra última gestión en la Secretaría de Finanzas para que sea incluido en anteproyecto de presupuesto del próximo año”, explicó Deras.
El funcionario de la Enee dijo que este asunto también está en estado de emergencia y tienen lista toda la documentación, pero el atraso es un aspecto financiero.
“Se estima como presupuesto base 20 millones de dólares. Tendría que ajustarse a las cantidades a la hora del comportamiento de las presas con las inyecciones.
El administrador de la represa, Rafael Arita, asegura que las fugas por las fisuras están siendo controladas y que esperan en los primeros meses de 2012 comenzar las reparaciones.
“Expertos extranjeros deben hacer esa labor”, indicó.
Negligencia
El presidente de la Cámara de la Construcción en la zona norte, Osmín Bautista, no entiende la tardanza de las autoridades gubernamentales en reparar la represa.
“El problema se agranda y después van a declarar la emergencia e irse por el camino corto. Ya se sabe que el problema está. Hay suficiente planificación. El departamento de geología e ingenieros hidrólogos de la Enee han estudiado bien el problema y pueden dar los términos de referencia para hacer una licitación pública y obtener los mejores precios para el país”.
Bautista comparó la situación con la emergencia por la compra de energía y mencionó que se declara emergencia cuando se pretende lograr una respuesta inmediata y la gravedad de las fisuras en El Cajón hacen necesario declararla.
“Me extraña porque a ese problema no le dan la atención que merece. Las consecuencias pueden ser graves. Porque en la medida que las fugas vayan aumentando, según el documento técnico que la Enee publicó, la casa de máquinas podría inundarse. Si eso pasa, no habrá generación de energía. Las pérdidas serían millonarias por una negligencia premeditada”.
