17/12/2025
08:18 PM

Regularán programas juveniles en radio y TV

Controlar el lenguaje soez es la consigna trazada por un grupo que busca dar legalidad al comité de censura del departamento de Atlántida.

    Controlar el lenguaje soez, temas que induzcan a la violencia e ideas que atenten contra la moral y se difundan desde una cabina de radio, televisión o medio escrito es la consigna trazada por un grupo que busca dar legalidad al comité de censura del departamento de Atlántida.

    Luego de haberse logrado aspectos positivos durante el pasado Carnaval de la Amistad, en el que no se les permitió a menores mostrarse en bailes eróticos con adultos, ahora se busca controlar los programas juveniles.

    Las personas que intentan formar este comité tienen un borrador de lo que se busca hacer, el cual está en manos del gobernador departamental Venancio Sabio.

    El funcionario espera llegar primero a acuerdos importantes con los dueños de medios y posteriormente con los locutores, presentadores o escritores de temas relacionados con la farándula.

    En años anteriores y durante la gestión de la ex gobernadora Margie Dip se hicieron los primeros intentos, pero todo quedó en proyecto.
    “Este próximo 2 de agosto se terminan de firmar los convenios con directores distritales de Educación sobre el rescate de los valores humanos y la próxima meta será la formación del comité de censura”, adelantó el funcionario.

    “Se hablará con los dueños de los medios para hacerles saber puntualmente qué se busca. No se trata de perseguir a nadie, pero debemos saber que hay un límite y en muchos casos éste se rompe”, manifestó.

    Las reacciones

    En opinión de los directores de programas, como German Vallecillo de la radio Stereo 92.1 y Miguel Ángel Romero de Emisoras Unidas, en la que está la XY, no se permiten malas palabras, aunque aceptan que “por falta de tecnología” para controlar a quienes llaman a los medios, en ciertas oportunidades, alguna frase fuerte se escapa.

    “Si se hace algo, debe ser parejo. Lamentablemente hay radios que no son de la ciudad, en las que tocan temas fuertes. Por allí se han hecho reclamos, incluso en los noticieros”, dijo Vallecillo.

    “Si nos invitan a participar en una discusión en la que se aborden temas de esta naturaleza, lo haremos, siempre que no se violente la libertad de expresión”, añadió Miguel Romero.

    Para ciudadanas como Ada Madrid Puerto, la labor de un comité no debe quedar en perseguir programas de radio. La idea es ir más allá, “quien dice algo de los narcocorridos, las novelas de drogas que están de moda y los que venden cintas pornográficas de menores en las calles, si van censurar, que lo hagan duro y parejo”, opinó.

    “La radio 98.1 ha perturbado a los jóvenes con programas vulgares. Eso es algo que debe ser controlado”, dijo la joven Gladys Noemí Cálix.

    “Para mí, que suenen los temas que quieran. Nadie está obligado a escuchar”, opinó Marlo Soto, aficionado al reggaetón.