La escuela Lempira, de Urraco Pueblo, era uno de los cientos de centros educativos dañados por las tormentas Eta y Iota, pero gracias a alianzas con la empresa privada fue reconstruida. En el proyecto invirtieron alrededor de L600,000.
Las tormentas dañaron los techos, sistemas de agua, muro, todo eso fue cambiado, además de construir siete servicios sanitarios y fosa séptica.
Pobladores, padres de familia y alumnos agradecieron el apoyo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), fundaciones, alcaldía y Gobierno.
Antes.
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“El Cohep ha colaborado con más de 500,000 lempiras, ya que también donamos material logístico y de bioseguridad para que los estudiantes retornen de forma segura y estamos en Urraco Pueblo, porque son lugares casi olvidados y tenemos que apoyar y dar importancia también a comunidades del interior del país, que han sido afectados por fenómenos naturales”, agregó el empresario.
Arnaldo Bueso, ministro de Educación, dijo que “quiero que este centro educativo se convierta en un ejemplo de la unión y esfuerzo entre empresarios, gobierno municipal y Gobierno central, a veces al Gobierno solo se le hace difícil poder concretar todas las obras, ya que se requieren miles y miles de millones de lempiras para mejorar la infraestructura escolar en todo el país”.
El funcionario recordó que son más de 760 centros educativos los que necesitan mejoras en infraestructura, ya que fueron dañaron severamente por las tormentas Eta y Iota.
“Actualmente se están reparando 360 centros educativos, algunos quedaron sin paredes, solo quedó el suelo”.
Después.
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Edwin Pineda, presidente del patronato en Urraco Pueblo, también agradeció “el apoyo para esta escuela, pero hay otra escuela y el colegio que también tienen daños a causa de las tormentas”.
La sociedad de padres de familia y el consejo de maestros realizaron actividades para apoyar con más de 53,000 lempiras en pagos de mano de obra.