La migración de mano de obra calificada está impactando negativamente en todos los sectores de la economía en Honduras.
Baja producción, altos costos que nos alejan aún más de la competitividad y un lento desarrollo en obras públicas y privadas está causando la masiva migración de hondureños a otros países.
Aunque la mayoría elige Estados Unidos como su principal destino, hay quienes se van a países vecinos como El Salvador y Guatemala, España y México.
Gustavo Boquín, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), declaró que está costando encontrar personal calificado para ejecutar los proyectos, y los que se consiguen cobran más.
“Si una persona quiere hacer una remodelación en su casa y trata de conseguir un albañil que le cobre cómodo no lo va a encontrar y en las grandes obras el incremento en el costo de mano de obra hace que el presupuesto se vaya al cielo y se construyan menos proyectos”.
Boquín señaló que es necesario que desde el Gobierno se den las condiciones para generar más fuentes de empleo y reducir la migración.
En un proyecto, el 40% del costo total es mano de obra y el 60% materiales. “Si nosotros sufrimos un incremento del 20% en mano de obra, el proyecto total va a subir en un 10%”.
Las inversiones privadas avanzan a un ritmo lento porque aunque cuentan con el presupuesto hay escasez de trabajadores.
En cuanto a las obras públicas, el atraso en los desembolsos por parte de Finanzas a las constructoras hace que se paren los proyectos, esto también desmotiva a los trabajadores, que muchas veces prefieren no esperar y deciden emprender el viaje migratorio. Boquín destacó que en 2024 hubo un crecimiento en metros cuadrados por parte de fondos privados, pero, el atraso de 10 meses en desembolsos de créditos para vivienda por parte de Banhprovi dejó cifras desalentadoras.
Éxodo de profesionales
Rafael Flores, empresario de la construcción, compartió que no solo se están yendo del país obreros sino también profesionales de la ingeniería, arquitectos, diseñadores, entre otros.
“Para hacer proyectos en San Pedro Sula tengo que traer gente de La Ceiba, Tela y alrededores, solo a nosotros se nos han ido de cinco ingenieros que tenían experiencia en la construcción”, lamentó.
El atraso en la entrega de proyectos se traduce en grandes pérdidas. “Hay un proyecto ahorita que necesito 110 personas y solo tengo 40, menos de la mitad, en esos niveles andamos”, contó Flores.
Reginaldo Panting, vicepresidente de la Asociación de Urbanizadores y Promotores de Vivienda de Honduras (Asuprovih), manifestó que es necesario implementar programas de capacitación a trabajadores en las distintas áreas que lo requieren incluyendo la construcción.
“Es un rubro noble en derrama económica, que paga arriba de los segmentos tradicionales, creo que la capacitación es un esfuerzo que debemos hacer”, enfatizó.
Ariel Santos, presidente de Asuprovih, advirtió que si está situación continúa en pocos años ejecutar proyectos sobre todo de vivienda será muy difícil.