Honduras tiene muchos retos por vencer en materia de derechos humanos, según la conclusión a la que ha llegado el Segundo Congreso de Derechos Humanos.
El cónclave lleva el nombre de José Manuel Capellín y se desarrolla en esta capital, donde participan autoridades gubernamentales, representantes de organizaciones internacionales y países cooperantes.
“Estamos comprometidos en garantizar que los derechos de todos y todas sean respetados”, dijo Lisa Kubiske, embajadora de Estados Unidos. La diplomática enfatizó que la protección de los derechos humanos “es desafiante”, especialmente en los tiempos de crisis.
“Es importante reconocer que el Gobierno de Honduras ha dado pasos para proteger los derechos humanos y la creación de la Secretaría de Derechos Humanos es el paso más tangible”, manifestó.
Sin embargo, es del criterio que la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos “enfrenta desafíos extraordinarios, entre ellos el de asegurar que Honduras cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”. Además promover la implementación de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, fortalecer los vínculos de la sociedad civil y el Gobierno, desarrollar una ley para proteger a los periodistas y defensores de derechos humanos y crear un plan nacional de derechos humanos, porque “con demasiada frecuencia los periodistas hondureños continúan siendo intimidados y asesinados”, dijo Kubiske. “No estoy diciendo que este es problema del Estado. Estoy diciendo que este es problema de la sociedad”.
La ministra Ana Pineda reconoció que el problema más importante del Gobierno es el control de la violencia y delincuencia a causa de la falta de investigación. José Manuel Hermida, representante de Naciones Unidas, dijo que “es necesario que se apoye a Honduras para que los ciudadanos puedan gozar del derecho a la educación, salud e inserción, entre otros”.
