El estilo pecualiar de gobernar el país del presidente Manuel Zelaya lo puede llevar al “despeñadero” y esto sería fatal para la gobernabilidad, sostiene el analista político Olban Valladares.
El ex candidato presidencial analizó las últimas actuaciones del gobernante en cuanto a su terquedad para abrir Toncontín, su empecinamiento en habilitar la base de Palmerola como un aeropuerto internacional.
Zelaya aparenta que sigue en campaña electoral y que anda persiguiendo votos, dice. Según Valladares, el presidente Zelaya toma algunas decisiones que no cuadran con la realidad objetiva del país, tanto en lo económico como en lo político y es por eso que casi siempre se ve obligado a retroceder ante las presiones sociales en rechazo de sus medidas.
Ejemplo de ello fue la medida “Hoy no Circula” y otras decisiones erráticas fuertemente criticadas por sectores sociales y políticos del país.
¿Qué ocurrió con el Hoy no circula?
Sostiene Olban Valladares que el presidente Zelaya asumió responsabilidades al margen de la Ley ya que la ruta correcta era enviar el proyecto al Congreso Nacional para que este tomara la decisión.
A raíz de que la medida fue rechazada, Zelaya entró en conflicto con el Poder Legislativo y con la Corte Suprema de Justicia y, al final tuvo que retroceder sus caballos porque suspendió de manera sorpresiva la aplicación del programa cuando la CSJ había suspendido la medida sólo para quienes presentaron en recurso con la suspensión del acto reclamado.
En el caso del aeropuerto Toncontín. ¿Cómo aprecia usted la posición del gobernante?
En el caso del aeropuerto nadie fue capaz de advertirle al Presidente las consecuencias que esto iba a tener no sólo en el aspecto económico de las personas que dependen directamente de la actividad aeroportuarias y otras conexas, sino de las repercusiones de tipo jurídico que solamente un informe veraz y objetivo como el de la Oaci, así como el de la Ntsb, que es la máxima autoridad de Estados Unidos en materia de seguridad aérea. Las dos instituciones, para la mala imagen del Gobierno de Honduras, dieron un informe favorable a la pista aérea de Toncontín y aclararon en forma precisa que ellos habían actuado a petición de la Dirección General de Aeronáutica Civil de El Salvador. Eso, a los ojos de los hondureños fue un desplante contra el presidente Zelaya ya que esa investigación debió haber sido conjunta y liderada por funcionarios de Aeronáutica Civil de Honduras.
A su juicio, después de este desplante, ¿cómo ha quedado la imagen del presidente hondureño?
Yo creo que no ha quedado con una imagen brillante sino que ha dejado la impresión y confirma que el Presidente es una persona autónoma y que, tal como lo manifiestan en los círculos privados de su Gobierno: el presidente toma decisiones por sus propias pistolas y es lo que él dice” y éstas no son manifestaciones de Olban Valladares sino de personas que trabajan muy cerca de él ( de Zelaya)”.
¿Qué ganó el Gobierno con la campaña en contra de Toncontín?
Se ganó el repudio nacional por lo nefasto de esta campaña, no sólo en relación con que los datos que se incorporaron en el “spot” de televisión eran falsos y tergiversados, sino porque por un mes se le saturó al pueblo hondureño con un anuncio mentiroso y carísimo. Lo nefasto de esta campaña no sólo es en relación con la cantidad de datos tergiversados, sino que también se pusieron en peligro durante todo un mes las finanzas del Estado ya que Honduras se sujetaba a demandas por subrogación por parte de las compañías reaseguradoras que se iban a hacer cargo de las indemnizaciones por pérdidas de vida. Estas compañías sólo estaban esperando que los informes técnicos de la Ntsb y de la Oaci dijeran que el accidente fue error de la pista aérea y Honduras hubiese pagado millonarios recursos sin defensa alguna. Los “spots” inculpaban al Estado de Honduras y esto fue el error más grande cometido con el asunto del aeropuerto de Toncontín.
Gravedad
Técnico de la Ntsb y de la Oaci dijeron que el accidente fue error de la pista aérea y Honduras hubiese pagado millonarios recursos sin defensa alguna.