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San Pedro Sula, Honduras.
Cada 1 y 2 de noviembre los cementerios se vuelven los lugares más visitados de todas las ciudades y en San Pedro Sula no es la excepción.
Algunos llevan flores, cruces, globos, juguetes, frutas de las que les gustaban a sus seres queridos y hasta confites, como una manera de recordarlos en estas fechas.
La tradición es que el 1 de noviembre se visita a los niños que han muerto porque es día de los santos ángeles y hoy de los difuntos.
Los accesos a los cementerios se vuelven una verdadera feria por la cantidad de puestos de venta de flores que se instalan. Hay de todos los colores, precios y tamaños.
Los vendedores confiesan que este no ha sido el mejor año, además la lluvia fue otro de los factores que bajó las ventas según ellos, aunque reconocen que tienen esperanza de que hoy sea un mejor día.
Los que también no tuvieron un buen día son los mariachis, que desde tempranas horas llegan a los camposantos con la esperanza de que alguien los busque para dedicarle alguna canción a sus muertos. Cobran 200 lempiras por tres canciones. Las que más les solicitan son: La cruz de madera, Amor eterno y El puño de tierra.
“Este año no está bueno, nadie quiere dedicar canciones a sus muertitos”, dice uno de los mariachis.
Los militares, policías preventivos y municipales dan seguridad en esos lugares para que las personas puedan coronar con tranquilidad, lo mismo ocurrirá hoy.
Hoy se espera mayor afluencia de personas en los cementerios, por lo que la municipalidad realizará operativos a fin de constatar que se cumplan las medidas de prevención para evitar enfermedades como dengue, zika o chikungunya.
Las autoridades municipales piden a los visitantes que para evitar criaderos de zancudos no coloquen recipientes con agua en las tumbas, ya que en caso de dejarlos, ellos procederán a tirarlos.
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Cada 1 y 2 de noviembre los cementerios se vuelven los lugares más visitados de todas las ciudades y en San Pedro Sula no es la excepción.
Algunos llevan flores, cruces, globos, juguetes, frutas de las que les gustaban a sus seres queridos y hasta confites, como una manera de recordarlos en estas fechas.
La tradición es que el 1 de noviembre se visita a los niños que han muerto porque es día de los santos ángeles y hoy de los difuntos.
Los accesos a los cementerios se vuelven una verdadera feria por la cantidad de puestos de venta de flores que se instalan. Hay de todos los colores, precios y tamaños.
Los vendedores confiesan que este no ha sido el mejor año, además la lluvia fue otro de los factores que bajó las ventas según ellos, aunque reconocen que tienen esperanza de que hoy sea un mejor día.
Los que también no tuvieron un buen día son los mariachis, que desde tempranas horas llegan a los camposantos con la esperanza de que alguien los busque para dedicarle alguna canción a sus muertos. Cobran 200 lempiras por tres canciones. Las que más les solicitan son: La cruz de madera, Amor eterno y El puño de tierra.
“Este año no está bueno, nadie quiere dedicar canciones a sus muertitos”, dice uno de los mariachis.
Los militares, policías preventivos y municipales dan seguridad en esos lugares para que las personas puedan coronar con tranquilidad, lo mismo ocurrirá hoy.
Hoy se espera mayor afluencia de personas en los cementerios, por lo que la municipalidad realizará operativos a fin de constatar que se cumplan las medidas de prevención para evitar enfermedades como dengue, zika o chikungunya.
Las autoridades municipales piden a los visitantes que para evitar criaderos de zancudos no coloquen recipientes con agua en las tumbas, ya que en caso de dejarlos, ellos procederán a tirarlos.