Los oficiales aplazados en las pruebas de confianza que nuevamente se someten a la evaluación debieron ser separados por no ser aptos para continuar en la Policía Nacional.
Ese es el criterio del titular de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), Eduardo Villanueva, quien responsabiliza nuevamente a la Secretaría de Seguridad por no haber despedido a los elementos reprobados. “Debieron haber sido retirados de la Policía si habían, en ese momento, reprobado los mecanismos de evaluación, esa no es responsabilidad nuestra, es responsabilidad del secretario de Seguridad”, dijo.
Entre los oficiales que se someten desde esta semana a las pruebas de confianza integrales se encuentran elementos de alto rango que ya habían salido reprobados en el polígrafo en 2012. En total son seis oficiales a los que nuevamente se les aplicará las cuatro pruebas consistentes en toxicológica, psicométrica, poligráfica y socioeconómica.
Entre los que irán a “repechaje” en estas pruebas están el subcomisionado Adán Reyes Ochoa, jefe policial de Danlí, y el subcomisionado Alfredo Ponce Alvarado, jefe departamental en La Lima.Reyes Ochoa y Ponce Alvarado se sometieron a las nuevas pruebas el lunes como parte del grupo de 51 oficiales que serán evaluados del 6 al 10 de mayo. Igualmente fueron incorporados en este listado, aunque están aplazados, el titular de la Jefatura Regional 5, Alcides Vides Castillo, actual jefe de seguridad de Casamata, y José Domínguez Vásquez, jefe de la Sala de Crisis de la Policía Nacional.