Ni la agobiante realidad económica de Honduras fue suficiente para que las principales autoridades hicieran un paréntesis en las vacaciones de fin de año que disfrutan fuera del país.
Esta actitud, que dista mucho de los encendidos discursos en los que la clase política afirma que “Honduras está primero”, contrasta con la de otros gobernantes que sí se han mantenido al frente de su gobierno para encarar los problemas del momento.
Esta misma semana se informó que Barack Obama, presidente de Estados Unidos, acortó sus vacaciones para evitar el llamado “abismo fiscal” a partir del martes próximo y lograr una prórroga de los recortes tributarios para la clase media.
En Honduras, pese a que se enfrenta a un déficit de 20,000 millones de lempiras (según los cálculos del banquero Jorge Bueso Arias), no hay acuerdo con el Fondo Monetario y millares de empleados públicos siguen sin recibir ni salarios ni aguinaldos, los gobernantes optaron por irse de vacaciones en medio de la crisis.
El presidente Porfirio Lobo partió a Miami el jueves pasado. El titular del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, lo hizo el viernes anterior a esa misma ciudad.
El presidente del Partido Nacional, Ricardo Álvarez, también partió a Miami el miércoles pasado, por lo que se especuló sobre la posibilidad de que exista una reunión entre estos líderes del Partido Nacional para superar la crisis de su partido desde las elecciones primarias del 18 de noviembre.
Mientras los titulares del Poder Ejecutivo y el Legislativo salían vía aérea del país, en las calles capitalinas las acciones de protesta de centenares de empleados públicos se mantenían.
Solo a los maestros, ha admitido el propio ministro de Educación, Marlon Escoto, se les adeudan 680 millones de lempiras.
Bonos
Por falta de recursos, el Gobierno está desesperado por colocar bonos por 2,900 millones de lempiras antes del 31 de diciembre para cubrir compromisos de 2012 , de lo contrario la brecha de desfase fiscal podría ser inmanejable.
También se programó para financiar parte del presupuesto de 2013 la venta de los denominados bonos soberanos por el orden de los 750 millones de dólares (15 mil millones de lempiras) en el extranjero.
Adicionalmente se programó la venta de otros 5 mil millones de lempiras en bonos al sistema financiero nacional para ese ejercicio fiscal.
No se conoce, o por lo menos el Gobierno no lo ha hecho público, que esté disponible otra fuente de financiamiento, además de los bonos.
La deuda externa del sector público a noviembre de 2012 era de 3,598 millones de dólares y la deuda interna superaba los 2,600 millones de dólares, para un total de 6,198 millones de dólares.
Esas exorbitantes cifras hace tambalear la ejecución presupuestaria de 2013 programada en 162 mil millones de lempiras, sobre todo porque los mismos diputados del Congreso Nacional han advertido que el presupuesto enviado por el Ejecutivo tiene fuentes de financiamiento ficticias.
Esta semana, el presidente Lobo reconoció que hay crisis en el Gobierno por la irresponsabilidad de sus funcionarios, pero aclaró que está en crisis el Gobierno y no el país.
¿A quién dejó Lobo Sosa al mando del Gobierno?
Tegucigalpa. El presidente Porfirio Lobo salió de vacaciones a Miami y no dijo a quién de los tres designados presidenciales le había delegado la administración del gobierno.
Se le consultó al ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Bonilla, qué designado presidencial recibió la autorización de manejar el Poder Ejecutivo durante la ausencia de Lobo y dijo que se le encomendó esa misión a Víctor Hugo Barnica, aunque lo informó con cierto grado de duda.
Luego aclaró que, pese a ese nombramiento, la ministra de la Presidencia y también designada, María Guillén, era la jefa de gobierno temporal.
Bonilla dijo que el otro designado, Samuel Reyes, pasaría las fiestas de fin de año en su natal Gracias, Lempira.
