10/12/2024
12:34 AM

Pepe entrega su casa y alega que Rosa es presa política

El expresidente aseguró que no guarda ningún resentimiento contra el Partido Nacional.

    Tegucigalpa, Honduras.

    De manera voluntaria, el expresidente Porfirio Lobo Sosa entregó ayer la residencia donde vivió por 14 años junto con su esposa Rosa Elena Bonilla Ávila y sus hijos. La incautación de la vivienda se hizo con base en una nota judicial girada por el Juzgado Anticorrupción, que dio el plazo de 30 días a Lobo Sosa para desocupar el inmueble.

    “Estoy haciendo entrega a la Oabi de esta residencia. Una nota que ellos recibieron indica que deben tomar posesión de ella y cuando se trata de un expresidente o un alto funcionario le dan 30 días para que pueda desocupar y sacar sus cosas personales o lo que se considere. A ellos lo que les interesa es la estructura”, expresó Pepe Lobo en conferencia de prensa.

    El expresidente, junto con el apoderado legal Julio Ramírez, recibieron a los medios de comunicación en la aldea El Chimbo, justo en la casa que habitó con Rosa Elena. Se le vio desencajado y con el sentimiento a flor de piel, pues dijo que son muchos los recuerdos vividos en esa casa, que habitó desde 2004.

    Casa Pepe
    Ayer se entregó la vivienda de El Chimbo a la Oabi.


    “Ayer vine y me encontré que aquí estaba mi banda presidencial todavía, esa va conmigo toda mi vida, igual que muchas cosas que son inolvidables. Esta casa en la que crecieron mis hijos da pesar, ya que mi Rosa terminó de pagar esta casa en 2004”, dijo Lobo. Aún con el pesar que representó dejar la residencia, aseguró que es un hombre de ley y que está enfrentando el proceso con la frente en alto. “Tenemos más de 20 años de vivir aquí, pero la ley es la ley. Soy un hombre obediente de la ley y vengo con la frente en alto a hacer entrega de esta residencia”, apuntó. Lobo aseguró que se traslada a vivir con sus hijos a Olancho, su tierra natal, desde donde seguirá luchando para que pronto la Corte Suprema de Justicia le devuelva la libertad a su Rosita.

    Presa política

    “Voy a definir a mi Rosa como un prisionero político de la decisión que tomaron los famosos cinco en Casa Presidencial. El proceso está viciado, está forzado porque no hay fundamento legal y lo miraremos cuando lleguemos a la Corte Suprema de Justicia, donde estoy seguro y espero que se va a aplicar la ley como debe aplicarse y mi Rosa podrá recuperar su libertad”, afirmó Lobo Sosa.

    Aseguró en sus declaraciones que no guarda resentimientos con el Partido Nacional, pues es el partido que gobierna. “Podría estar molesto, pero no estoy molesto, no es mi partido, son los ‘cinco jinetes del apocalipsis’, esos son, y a esos voy a recordarles con el poema de Bertolt Brecht”, apuntó.

    Cuando se le consultó por los nombres de los “cinco jinetes del apocalipsis”, el exmandatario manifestó: “Dejen algo para adelante, ombe, dejen algo para más allá”.

    Casa Pepe
    Ya habían sacado casi todas las pertenencias.


    Incautaron, no aseguraron

    El abogado defensor de la familia Lobo Bonilla acompañó al expresidente Lobo en la entrega de su residencia. Cuestionó la medida ordenada por la jueza Vera Barahona, ya que asegura que fue ordenado un aseguramiento y lo que se practicó fue una incautación.

    “Aquí se ordenó un aseguramiento y se ejecutó una incautación. Se están citando aspectos solamente para mantener el deseo de las personas y de aquellos que tramaron esto, comenzado por el CNA, que nunca se han atrevido a dar la cara para defender los argumentos que hicieron en perjuicio de Rosa Elena Bonilla”, comentó el defensor.

    Ramírez recalcó que siempre va a defender la aplicación del derecho, el debido proceso de la manera correcta a todo ciudadano. “Esperamos que se resuelva el requerimiento en el que la jueza Vera Barahona ordenó un aseguramiento y se ejecutó una incautación a su vista y paciencia, ella responde mal a los intereses y acusaciones que suceden en nuestro país en este momento y no a la aplicación de la justicia”, apuntó.

    En sus declaraciones, el abogado de la familia Lobo recalcó que Rosa Elena Bonilla no era funcionaria y que por lo tanto no podían acusarla del delito de malversación de caudales públicos y lavado de activos. “La jueza aplicó la ley de 2002 por hechos cometidos supuestamente en los años 2011 a 2014, donde no estaba penalizado el delito de lavado de activos.Rosa Elena de Lobo debe estar en libertad, por lo que no es justificable que no se haya dado paso en tres semanas al recurso de apelación interpuesto del que aún no hay respuestas”, señaló Ramírez. La ex primera dama está acusada por la presunta apropiación de 16.3 millones de lempiras. El proceso judicial es conocido como “La caja chica de la dama”. El Ministerio Público la acusa de nueve delitos de malversación de caudales, asociación ilícita y abuso de autoridad.