San Pedro Sula, Honduras.
En la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (Ucip) del hospital Mario Catarino Rivas se recupera Jenifer Tatiana Munguía García, la niña que junto con su padre y tres hermanitos fueron intoxicados con baleadas en la colonia Godoy del sector López Arellano.
Autoridades del centro asistencial, donde está interna desde hace 20 días, informaron que la menor de ocho años se encuentra estable, luego de salir del estado de coma en el que estuvo por cerca de dos semanas.
La pequeña está reaccionando de forma favorable a los medicamentos que le suministran, por lo que los médicos creen que podría ser dada de alta la próxima semana. El expediente clínico de Jenifer señala que sufre de esteatohepatitis, una enfermedad caracterizada por lesiones hepáticas similares a las producidas por el alcohol, pero que aparecen en personas que no consumen cantidades tóxicas del mismo.
Los especialistas dicen que posteriormente habrá que realizarle exámenes para determinar si el padecimiento es congénito o fue detonado a raíz de la intoxicación que sufrió.
Francisca Mabel García, madre de la niña, confía en que pronto su hija esté bien para llevarla a casa nuevamente.
Dictamen
Jullisa Villanueva, directora de Medicina Forense, confirmó las sospechas de envenenamiento que tenían en el caso de esta familia en el que perdió la vida Edgardo Ariel Reyes, de 6 años.
Según el dictamen dado por Villanueva, las baleadas estaban mezcladas con inhibidores de la colinesterasa, producto venenoso para tratar plagas y que es conocido con el nombre de plaguicida.
Los resultados de la autopsia de Eduardo arrojaron que el menor perdió la vida por la cantidad de ingesta del alimento. Además, la edad del infante es otro factor que pudo haber contribuido a la pérdida de su vida, ya que los otros miembros de su familia también tuvieron problemas de salud, pero no muerte.
En un principio, autoridades policiales señalaron a Francisca Mabel García como autora del hecho y por lo cual fue detenida. Tan solo dos días después la mujer fue dejada en libertad por no haber suficientes pruebas que la inculparan.
En la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (Ucip) del hospital Mario Catarino Rivas se recupera Jenifer Tatiana Munguía García, la niña que junto con su padre y tres hermanitos fueron intoxicados con baleadas en la colonia Godoy del sector López Arellano.
Autoridades del centro asistencial, donde está interna desde hace 20 días, informaron que la menor de ocho años se encuentra estable, luego de salir del estado de coma en el que estuvo por cerca de dos semanas.
La pequeña está reaccionando de forma favorable a los medicamentos que le suministran, por lo que los médicos creen que podría ser dada de alta la próxima semana. El expediente clínico de Jenifer señala que sufre de esteatohepatitis, una enfermedad caracterizada por lesiones hepáticas similares a las producidas por el alcohol, pero que aparecen en personas que no consumen cantidades tóxicas del mismo.
Los especialistas dicen que posteriormente habrá que realizarle exámenes para determinar si el padecimiento es congénito o fue detonado a raíz de la intoxicación que sufrió.
Francisca Mabel García, madre de la niña, confía en que pronto su hija esté bien para llevarla a casa nuevamente.
Dictamen
Jullisa Villanueva, directora de Medicina Forense, confirmó las sospechas de envenenamiento que tenían en el caso de esta familia en el que perdió la vida Edgardo Ariel Reyes, de 6 años.
Según el dictamen dado por Villanueva, las baleadas estaban mezcladas con inhibidores de la colinesterasa, producto venenoso para tratar plagas y que es conocido con el nombre de plaguicida.
Los resultados de la autopsia de Eduardo arrojaron que el menor perdió la vida por la cantidad de ingesta del alimento. Además, la edad del infante es otro factor que pudo haber contribuido a la pérdida de su vida, ya que los otros miembros de su familia también tuvieron problemas de salud, pero no muerte.
En un principio, autoridades policiales señalaron a Francisca Mabel García como autora del hecho y por lo cual fue detenida. Tan solo dos días después la mujer fue dejada en libertad por no haber suficientes pruebas que la inculparan.