En este Viernes Santo las playas de Omoa y Puerto Cortés ya albergan a cientos de veraneantes.
La ley seca continúa y los negocios sólo estan vendiendo comida y bebidas carbonatadas. La Alcaldía porteña realiza inspecciones en varias playas a fin de verificar que la ordenanza de no vender bebidas alcohólicas se cumplan.
Muchos ciudadanos de esta ciudad portuaria decidieron no visitar las playas y pasar en regocijo con Dios este día.
Playas como las de Cinieguita y la Coca Cola permanecen resguardadas de policías.