Miles de niños que se salvaron de morir en el terremoto que destruyó Haití se enfrentan a otra pesadilla: están solos.
Los niños son tal vez los que se llevaron la peor parte en la tragedia que sigue azotando al pueblo haitiano.
Algunos, además de sufrir lesiones que terminaron en la amputación de alguna de sus extremidades, se quedaron sin padres y sin nadie que los ampare y proteja, al menos por el momento.
Las organizaciones de ayuda dicen que son tantos los niños sin padre que nadie se arriesga a dar una cifra. En medio de la destrucción generalizada y el caos creciente, se entiende que haya muchos niños abandonados.
“Por ahora están en las calles”, dijo Elizabeth Rodgers, de la organización británica SOS Children. Antes del mortífero terremoto del martes pasado, abundaban los huérfanos en Haití.
Mientras tanto, el jefe de misiones humanitarias de la ONU, John Holmes, anunció el envío de una misión para proteger a los niños, huérfanos o no, del tráfico, el secuestro y el abuso sexual.
Muchos ya eran huérfanos
En asilos y hogares para los que se quedaron sin sus progenitores, ya vivían 380 mil niños, según el sitio de Internet del Fondo de la ONU para la Infancia.
Algunos habían perdido a sus padres en desastres anteriores, como las cuatro tormentas tropicales o huracanes que mataron a 800 personas en 2008.
Otros quedaron abandonados en las interminables luchas políticas, que impulsaron a miles a pedir asilo en Estados Unidos -sin sus hijos- o por padres demasiado pobres para cuidarlos.
Los grupos internacionales de ayuda intentan acelerar los procesos de adopción que ya estaban en curso o mediante personal que podría evacuar a miles a países como Estados Unidos, adonde ayer viajaron 53 huérfanos que estaban en proceso de adopción.
Dolorosa realidad
Mientras muchos pequeños se enfrentan a un futuro incierto, los médicos en Puerto Príncipe dicen que se han multiplicado las amputaciones de manos, brazos y piernas y gran parte de los afectados son menores de edad.
Es imposible hacer un recuento exacto en medio de los esfuerzos para atender a decenas de miles de pacientes en hospitales improvisados en parques y jardines.
Otros, ante la impotencia por falta de asistencia prioritaria como alimentación, agua o medicamentos, han decidido abandonar Haití.
Para lograrlo, usan todos los medios. Desde autobuses cuyos conductores aumentaron inconscientemente el costo de los pasajes hasta pequeñas embarcaciones que podrían zozobrar en el mar.
Ricky Martin se solidariza con haitianos
Impactado. Así quedó Ricky Martin luego de visitar un barrio devastado por el terremoto en la capital haitiana. “Las únicas palabras en las que puedo pensar para describir lo que he presenciado hoy aquí son que esto es una verdadera pesadilla. Las imágenes que tengo ahora en mi cabeza serán imposibles de borrar”, expresó Martin en la misiva. “Los niños y familias impactados por este desastre necesitarán ayuda a largo plazo para restaurar sus vidas, en todo el sentido de la palabra”, añadió, prometiéndoles ayuda mediante un fondo de recuperación que ejecutará junto con Hábitat para la Humanidad.
