29/04/2024
07:54 PM

Niño hondureño muere por estallido de mortero

Walter Maradiaga (10) recogió el mortífero cohete sin saber que estaba encendido. Otros seis menores resultaron quemados por pólvora.

San Pedro Sula, Honduras.

Los niños fueron las víctimas por no acatar la ordenanza sobre la venta de pólvora. Se registraron seis niños quemados entre esta ciudad y Tegucigalpa. Y en Comayagua, el fin de año sembró dolor y luto en un familia hondureña.

Minutos después de entregar a sus padres el último abrazo de año nuevo, la vida de Walter Jonathan Maradiaga Santos (10) sucumbió ante el estallido de un mortero. A las 12:15 am, la fuerza de la pólvora hizo estallar el brazo derecho y el costado del pequeño que había parado el juego tan solo atraído por el explosivo cilíndrico que cayó cerca del lugar donde se encontraba.

Walter había salido a jugar a un callejón frente a su casa, en la colonia Lazos de Amistad, de Comayagua, para celebrar con otros niños la llegada de 2014.

En Comayagua fue permitida la venta de pólvora, pero de bajo alcance explosivo; aunque los pobladores no cumplieron con las restricciones, pues siempre se comercializaron morteros de alto poder destructivo.

Pasadas las 12:00 am se escuchaban los estallidos de potentes morteros unas cuadras arriba del hogar de Walter, pero sus padres no consideraron que eso representaría peligro y le permitieron al menor salir a jugar.

La alegría de los menores paró justo al momento en que vieron rodar uno de los morteros desde la parte alta donde se encontraban, de lejos se veía apagado.

Al observar el cohete corrieron para atraparlo, pues pensaron que la pólvora se había quemado. Walter llegó primero hasta donde se detuvo el mortero, lo tomó y sin imaginar lo que representaría se lo colocó a la altura de la axila para sostenerlo y tratar de seguir con el juego.

Unos segundos después de haber atrapado el explosivo, Walter lanzaba un grito desgarrador, pues el pequeño con el brazo cercenado caía desplomado, al compás de miles de diminutos retazos de papel que cubrían la pólvora.

Ledis Avilés, familiar, recordó que fueron los vecinos del niño quienes lograron ver su trágico deceso, pues los estaban observando justo cuando el mortero explotó. Los progenitores trataron de auxiliar a Walter, pero este ya había muerto a causa de las múltiples heridas que le provocó la explosión de la pólvora.

El cuerpo inerte del pequeño quedó tendido en la calle, lugar adonde durante sus 10 años de vida jugó con sus vecinos y parientes a la pelota y las carreras.

Familiares pidieron a las autoridades policiales investigar quiénes eran las personas que manipulaban los morteros en la parte alta del lugar adonde se encontraban los menores, para que sean castigadas.

San Pedro Sula

Pese a la prohibición de no quemar pólvora durante las festividades navideñas en la capital industrial, 11 personas, entre niños y adultos con quemaduras graves, han sido registrados desde el 24 de diciembre hasta el primero de enero en el hospital Mario Rivas.

Solo durante la celebración del Año Nuevo cuatro niños fueron ingresados al centro asistencial, entre ellos Milton Manuel Castillo (10) residente de la colonia Cerrito Lindo, a quien los médicos tuvieron que amputarle la mano izquierda después de que una bomba le explotará y la dejará en pedazos la noche del 31 de diciembre.

Su madre Wendy Patricia Ramos fue requerida por agentes de la Policía Municipal para conocer los detalles de lo sucedido.

“Estábamos en la casa, yo me metí para adentro y yo solo supe que él la agarró pensando que estaba mojada”, dijo entre lágrimas Ramos. La madre asegura que no le compró cohetes a su hijo, para evitar un incidente como este.

“Solo de oír cómo tronaban esas cosas, cómo le iba a dar algo así a mi hijo. Me parte el corazón verlo así”.

Carlos Caballero, subdirector del Rivas, manifestó que solo un niño quemado marcó el aumento en comparación con la Nochebuena.

Los niños quemados son Yerson Peña, de Quimistán, Santa Barbara, el cual ingresó con quemaduras en el ojo derecho.

Josué Jahir Thomas procedente de Villanueva presenta quemaduras en la mano derecha. El menor Erlin Perdomo de San Luis, Santa Bárbara, ingresó con lesiones por pólvora en la mano derecha.