Tegucigalpa. A solo horas para que se celebre el fin de año, diciembre ya lleva nueve niños víctimas de la pólvora, más cuatro adultos.
Para los médicos del Hospital Escuela, esta cifra demuestra la poca responsabilidad que los padres de familia mantienen con sus hijos y que lamentablemente ha provocado la pérdida de extremidades en algunos casos.
Es por esta razón que hoy que se celebrará el fin de año nuevamente los doctores llaman a la conciencia de los adultos para evitar que más menores se conviertan en inocentes víctimas de estos artefactos explosivos.
“Yo quiero hacer un llamado de atención para que mañana 31 de diciembre no llegue este tipo de pacientes, especialmente niños o adultos, al Hospital Escuela”, declaró.
Recomendó a las autoridades hondureñas “controlar todos los puntos de la capital donde venden cohetes y morteros, se debe penalizar a todo aquel que le venda cohetes a un menor de edad”.
Recordó que el 24 de diciembre tres adultos fueron ingresados a la sala de quemados y uno de ellos perdió un ojo tras estallarle un cohete cerca del rostro. “En este momento tenemos nueve niños quemados ingresados, se dio de alta a uno de ellos”, agregó.
Detalló que la Sala de Quemados tiene capacidad para albergar trece pacientes, “pero la idea es no llenar la sala de quemados”.
El domingo ingresó al hospital el paciente Fernando Talavera Mejía, a quien un trágico hecho le ocasionó una severa fractura en la mano derecha. Con Talavera, el primer quemado de la temporada de fin de año, suman 13 las personas que han sido víctimas de la pólvora durante diciembre, una de estas personas de edad adulta falleció.
Aunque la Fiscalía ha anunciado que tomarán medidas contra los padres de familia de los menores afectados, hasta el momento no se ha judicializado ningún caso.