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Microcefalia, un mal oneroso

  • 30 abril 2017 /

Los niños afectados deben someterse a diversos exámenes durante su vida.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Además de ser una enfermedad permanente, la microcefalia implica un sinnúmero de gastos que diezman la economía de las familias.

    En Honduras se han registrado 200 casos de la afección neurológica desde julio de 2016 hasta la fecha.

    La cifra anterior es muy elevada, ya que antes de que se presentara la epidemia del virus del Zika en el país, en 2016, solo se registraban hasta 45 casos al año. El año pasado se reportaron 167 nacimientos asociados al virus del Zika, que es transmitido por el mosquito Aedes aegypti.

    En lo que va del año ya se reportan 21 casos en el Hospital Escuela y 12 en el Mario Catarino Rivas, de San Pedro Sula. “Las familias tienen que asumir gastos de exámenes de laboratorio e implica hospitalización, exámenes radiológicos como ultrasonidos, tomografías, y los niños en determinado tiempo utilizan la resonancia magnética cerebral y máxime si está relacionada con zika”, expresó Donatila Maradiaga, jefa del departamento de Trabajo Social del Escuela.

    Agregó que las madres no pueden trabajar porque los niños necesitan cuidados especiales todo el tiempo, lo que implica menos ingresos económicos, especialmente si son madres jefas de familia. A su vez, señaló que los niños requieren de terapias de rehabilitación, por lo que representa gastos en pasajes para las madres.

    “Todos estos niños pasan por Trabajo Social porque las condiciones económicas de estas familias son muy escasas y el hospital trata de asumir parcial o totalmente los costos de las cuotas”, dijo. El Gobierno otorga un bono de dos mil lempiras a las familias con niños con microcefalia para contrarrestar el impacto económico que enfrentan.