San Pedro Sula, Honduras.
El subteniente Adalberto Romero, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quimistán, y 36 hondureños de la brigada Katrachos Usar regresaron a Honduras “golpeados emocionalmente” y “agradecidos con los mexicanos”.
Un día después de que el terremoto de 7.1 en la escala Richter estremeciera a México, por instrucciones del Gobierno, tres soldados de la unidad canina del Ejército, 12 miembros de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y 22 bomberos, entre ellos Romero, integraron el grupo Katrachos Usar (Urban Search and Rescue; Búsqueda y Rescate Urbano) para sumarse a labores humanitarias y de rescate en México.
“Venimos sorprendidos por el grado de agradecimiento, solidaridad y hermandad del pueblo mexicano. Un cariño inmenso que nos hicieron sentir. Nos transmitieron mucho agradecimiento para al pueblo y Gobierno de Honduras”, relató Romero.
Cuando caminaban en medio de los escombros de edificios derrumbados, este especialista en rescate de estructuras colapsadas y experto en rastrear personas en el mar, sintió en algunos momentos que su voz se le quebrantaba y se le hacía un nudo en la garganta.
“Se me enchinaba la piel, daban ganas de llorar. Eso estremece al ser humano. En México, el damnificado es una persona agradecida, solidaria. Es una persona que no nos preguntaba qué me trae, preguntaba qué necesita”, dijo.
En un vuelo chárter, Katrachos Usar llegó a Ciudad de México el miércoles 20 a las 11:00 pm.
Tras arribar, se reunió con el embajador Alden Rivera y con las autoridades de Protección Civil en el hangar de la Policía Federal.
Luego se trasladó a un centro de operaciones, donde instaló tres carpas, incluida una cocina que usa ecofogón.
El jueves, Katrachos Usar, junto con Usar de Guadalajara, participó en la inspección de tres edificios en la capital.
Armados con una planta eléctrica, equipo de perforación, cámara de búsqueda de personas y caninos, los miembros de Katrachos Usar rescataron a dos personas fallecidas de los edificios desplomados en la avenida México.
Al tercer día, el equipo se trasladó a Morelos, el segundo estado con más víctimas mortales (74). Instalaron su campamento en el estadio Agustín Coruco Díaz y desde allí viajaron a los municipios de Yecapixtla y Yautepec.“A Yecapixtla y a Yautepec no había llegado ningún tipo de ayuda.
Honduras fue el primer país que llegó a estos dos lugares que están a unas siete horas de Ciudad de México”, explicó Romero.
En esos dos municipios, los hondureños participaron en la evaluación de 300 viviendas afectadas, en el traslado de ayuda humanitaria, distribución de víveres y asistencia médica. Los catrachos también efectuaron evaluaciones de casas dañadas en Yecapixtla, bajo el mando del comandante de bomberos de Zapopan, Sergio Ramírez.
“La ciudadanía nos trató muy bien. No nos faltaron alimentos. Sorprendentemente, cuando caminábamos, cuando hacíamos las inspecciones, la gente, si estaba sentada, se ponía en pie y nos aplaudía. Se acercaban a nosotros y nos decía: ‘gracias a Honduras por venir ayudarnos’”, contó.
Para Romero, quien era el enlace con autoridades mexicanas y todos los Katrachos Usar, “el pueblo mexicano es un ejemplo de solidaridad”.
El subteniente Adalberto Romero, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quimistán, y 36 hondureños de la brigada Katrachos Usar regresaron a Honduras “golpeados emocionalmente” y “agradecidos con los mexicanos”.
Un día después de que el terremoto de 7.1 en la escala Richter estremeciera a México, por instrucciones del Gobierno, tres soldados de la unidad canina del Ejército, 12 miembros de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y 22 bomberos, entre ellos Romero, integraron el grupo Katrachos Usar (Urban Search and Rescue; Búsqueda y Rescate Urbano) para sumarse a labores humanitarias y de rescate en México.
“Venimos sorprendidos por el grado de agradecimiento, solidaridad y hermandad del pueblo mexicano. Un cariño inmenso que nos hicieron sentir. Nos transmitieron mucho agradecimiento para al pueblo y Gobierno de Honduras”, relató Romero.
En Morelos recibieron el agradecimiento de la población .
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“Se me enchinaba la piel, daban ganas de llorar. Eso estremece al ser humano. En México, el damnificado es una persona agradecida, solidaria. Es una persona que no nos preguntaba qué me trae, preguntaba qué necesita”, dijo.
En un vuelo chárter, Katrachos Usar llegó a Ciudad de México el miércoles 20 a las 11:00 pm.
Tras arribar, se reunió con el embajador Alden Rivera y con las autoridades de Protección Civil en el hangar de la Policía Federal.
El grupo que viajó a México llevó tres toneladas de equipo, incluidos alimentos para ocho días de estadía.
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El jueves, Katrachos Usar, junto con Usar de Guadalajara, participó en la inspección de tres edificios en la capital.
Armados con una planta eléctrica, equipo de perforación, cámara de búsqueda de personas y caninos, los miembros de Katrachos Usar rescataron a dos personas fallecidas de los edificios desplomados en la avenida México.
Al tercer día, el equipo se trasladó a Morelos, el segundo estado con más víctimas mortales (74). Instalaron su campamento en el estadio Agustín Coruco Díaz y desde allí viajaron a los municipios de Yecapixtla y Yautepec.“A Yecapixtla y a Yautepec no había llegado ningún tipo de ayuda.
Además de rescatistas y perros rastreadores, la unidad contó con ingenieros expertos en estructuras, médicos y paramédicos.
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En esos dos municipios, los hondureños participaron en la evaluación de 300 viviendas afectadas, en el traslado de ayuda humanitaria, distribución de víveres y asistencia médica. Los catrachos también efectuaron evaluaciones de casas dañadas en Yecapixtla, bajo el mando del comandante de bomberos de Zapopan, Sergio Ramírez.
“La ciudadanía nos trató muy bien. No nos faltaron alimentos. Sorprendentemente, cuando caminábamos, cuando hacíamos las inspecciones, la gente, si estaba sentada, se ponía en pie y nos aplaudía. Se acercaban a nosotros y nos decía: ‘gracias a Honduras por venir ayudarnos’”, contó.
Para Romero, quien era el enlace con autoridades mexicanas y todos los Katrachos Usar, “el pueblo mexicano es un ejemplo de solidaridad”.