El maestro de la construcción José Óscar Álvarez está listo para ir a votar el próximo 18 de noviembre en uno de los barrios de San Pedro Sula, pero no lo hará con el mismo entusiasmo de sus años mozos, cuando votó por Ramón Villeda Morales en 1957.
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“Aquel sí fue gobierno, ha sido lo mejor de Honduras”, dice el hombre de 76 años, que escucha con indiferencia la propaganda de un aspirante político, lanzada al aire por un carro parlante.
Los malos políticos lo tienen hastiado porque escucha sus promesas, pero ve cómo van subiendo los precios del cemento, la varilla y otros materiales de construcción básicos para el oficio que le da de comer.
“Tengo que echar el voto porque es un derecho de todo ciudadano, pero sinceramente no quiero saber nada de política. Es triste lo que está pasando en mi país”, lamentó.
Aunque los ciudadanos que ejercerán el sufragio en las próximas elecciones internas son jóvenes en su mayoría, el voto duro está en las personas de la tercera edad como José Óscar Álvarez porque difícilmente cambiará la simpatía por su partido, aunque sus líderes les causen decepción.
“El joven todavía se deja llevar por una cara bonita o porque el candidato tiene buen cuerpo, por eso es fácil de convencer”, opina el comerciante Javier Torres, viejo militante del Partido Nacional.
Muchos jóvenes incluso se deciden hasta el momento llegado o simplemente no van a votar y los viejos saben lo que quieren, según su criterio.
Torres lamentó que incluso dentro de su partido haya personas sin capacidad aspirando por un puesto público.
“Todo mundo quiere agarrar, hasta gente sin escuela quiere representar al pueblo”, dice Torres, quien ejerce el sufragio desde que tenía 18 años.
Para él, los buenos líderes se prueban hasta que están en el poder, no durante las campañas.
“Hay algunos con buenas intenciones, pero cuando están en el poder se dejan manipular porque tienen negocios con otros políticos o están emparentados con dirigentes de otros partidos”.
No tienen un plan
Viejos zorros de la política como René Arturo Bendaña, ahora retirado, no ven liderazgo fuerte en ninguno de los partidos políticos. “Nadie presenta un plan ni dice cómo van a resolver los problemas. Se limitan a señalar lo que todo mundo sabe: que hay corrupción, que la educación y la salud están por los suelos o que la Enee está quebrada.
Se dice que hay que cambiar, pero no qué hacer para lograr ese cambio. Tampoco Libre dice qué va a refundar”. Para él, los únicos líderes verdaderos que ha tenido el país han sido Ramón Villeda Morales, del Partido Liberal, y Rafael Leonardo Callejas, del Nacional.
Roberto Osorio López, destazador de ganado, ahora jubilado, no votará en las elecciones internas porque “no entiendo mucho de política; tal vez lo haga en las generales, cuando estén definidos los candidatos”. Sin embargo, no se deja llevar por la política; sabe que los llamados líderes de los partidos no han podido resolver problemas tan elementales como el que tiene el magisterio. “Es lamentable que nadie ponga orden en este país. El caso de los profesores es una muestra de lo que digo”.
Osorio quisiera ver en la cárcel a gente poderosa que ha cometido actos de corrupción, no solamente a los que se roban una gallina.“Pepe Lobo se jacta de que quitó la impunidad cuando fue presidente del Congreso, pero de nada sirve porque eso no se aplica y los delitos de los grandes siguen impunes”, argumentó.
Para Antonio Meléndez, empleado jubilado de la Municipalidad, el principal problema es que no hay dinero ni esperanza de que eso cambie con los líderes tradicionales. Otras personas de la tercera edad, como Bernabé Cruz, estiman que en estas elecciones habrá muchas sorpresas porque saldrán electas personas a las que no se les ha dado una oportunidad.
“Esos diputados que se han creído los dueños del Congreso tienen que ir buscando otra cosa que hacer porque el pueblo les va a dar el voto de castigo”, indicó. Bernabé es un nacionalista que no está con ninguno de los precandidatos de su partido. Pertenece a la agrupación Muro Azul, que está con todos los aspirantes, pero les exige a todos que le den oportunidad a gente del pueblo.
“Queremos un gobierno donde las personas de la tercera edad tengan los mismos derechos que los jóvenes al solicitar un trabajo. Los que pasamos de los 70 debemos aprender a elegir y ver quiénes se proyectan con los viejos”, opinó.
Aunque no voten, políticos deben tenerlos en sus planes
Los internos y las internas del Hogar de Ancianos Perpetuo Socorro de San Pedro Sula no salen a votar porque no hay quien responda si les sucede algo en la calle.
“La Fiscalía nos puede demandar si tuvieran un accidente por andar votando”, dijo el subdirector del Hogar, Selvin Leiva. Recordó que por esa razón los abuelos no han ido a los centros de votación en ninguna de las elecciones anteriores.
De los 116 adultos mayores del Hogar, pocos están lúcidos como para razonar cuáles son los candidatos que, según su juicio, le convienen al país.
Lo conveniente sería que pudieran votar en el propio asilo, pero el Tribunal Supremo Electoral, que regula el proceso, no ha autorizado centros de votación que no sean los ya establecidos, manifestó Leiva.
No obstante, los adultos mayores deben estar entre los planes de los políticos porque la mayoría de estas personas carecen de protección y apoyo estatal.
El doctor Ranieri Laitano, superintendente de Acción Social, manifestó que la gente mayor requiere trato especial en todas las áreas e independencia económica.
Agregó que en la Asociación de la Tercera Edad tienen muchas necesidades y sobre todo el proyecto de la Casa del Abuelo, que será un refugio para las personas mayores, pues tendrán acceso a atención médica, recreación y protección integral.
Los políticos y la sociedad deben entender que los derechos y la dignidad no se pierden con la edad y deben ser respetados y defendidos por las instituciones, las familias y las propias personas mayores.
El coordinador de la agrupación Muro Azul, Bernabé Cruz, manifestó que hay una nueva conciencia entre los votantes. Aunque los adultos mayores forman una minoría, a su alrededor hay personas que verían con buenos ojos el apoyo que les den los políticos.
Tome nota
Movimientos
Por el Partido Nacional participarán ocho, por el Liberal, tres, y por Libre (Libertad y Refundación), cinco.
Electores
5.2 millones de hondureños podrán participar en las elecciones internas de los tres partidos.
Logística
500 mil personas forman parte del engranaje para que se lleven a cabo las elecciones. Habrá 5,463 centros de votación.
Transparencia
Observadores de la Organización de Estados Americanos y otras instituciones vigilarán el proceso electoral.
Seguridad
La Policía confirmó su apoyo en labores de seguridad durante las elecciones. Militares están al frente del proceso.
Inversión
550 millones de lempiras es el costo aproximado de las elecciones el próximo 18 de noviembre.
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