El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, se impuso este martes en Roma en la cumbre de la FAO sobre la grave ola de hambrunas en el mundo con un discurso claro y fuerte en el que defendió 'una revolución dorada' basada en los biocombustiles y la eliminación de los subsidios.
En un discurso de unos 20 minutos, el mandatario brasileño ilustró 'la revolución dorada', que combina tierra, sol y tecnología de punta para crear 'un concepto nuevo de seguridad para un mundo en el cual no sólo la energía sino también las ideologías sean renovables'.
'La globalización que se instaló de forma tan amplia en la industria necesita llegar a la agricultura', afirmó ante los asistentes a la cumbre convocada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura.
Lula invitó la comunidad internacional a tomar medidas 'viables y audaces' para impedir que unos 100 millones de personas en Africa, Asia y América Latina ingresen al umbral de la desnutrición con sus consecuencias sociales, como calculan las Naciones Unidas.
'No hay que engañarnos: no habrá solución estructural para el tema del hambre en el mundo mientras no seamos capaces de direccionar recursos para la producción de alimentos en los países pobres y, de forma simultánea, eliminemos las prácticas desleales que caracterizan el comercio agrícola', aseguró Lula.
'Es intolerable el proteccionismo que atrofia y desorganiza la producción agrícola de los países pobres', clamó ante los cerca de 40 jefes de Estado y de gobierno que asisten a la cumbre, entre ellos numerosos europeos que otorgan millonarios subsidios a sus agricultores.
El mandatario brasileño defendió también la producción de etanol a partir de caña de azúcar de su país y aseguró que 'la razón de la actual crisis de alimentos es sobre todo debido a la distribución', un concepto que defendió también la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El presidente de una de las mayores potencias agrícolas mundiales considera que entre los factores que han influido en el alza espectacular de los precios de los alimentos está el elevado precio del petróleo que pasó de 30 a 130 dólares en poco tiempo y no tanto los biocombustibles.
'Hay que alejar las señales de humo lanzada por lobbies poderosos, que pretender atribuir a la producción de etanol la responsabilidad por la reciente inflación del precio de los alimentos. Más que una simplificación, se trata de una burla', dijo.
'Muchas personas hablan del aumento de los precios pero enmudecen al analizar el impacto del alza del precio de petróleo en los costes de producción de alimentos', comentó Brasil junto con los demás países de América Latina ha pedido a las Naciones Unidas que organicen una conferencia internacional para discutir el asunto y además lidera la lucha contra los subsidios que otorgan los países ricos a sus productos agrícolas.
'Los subsidios crean dependencia, desmantelan estructuras producticas enteras, generan hambre y pobreza donde podría haber prosperidad. Ya pasó la hora de eliminarlos', reiteró.
Con la misma vehemencia, el presidente ex sindicalista, defendió los biocombustibles a partir de la caña de azúcar, 'decisivos en el combate al calentamiento global' y acusó a sus enemigos de lanzar una campaña 'para nada desinteresada, ni neutra'.
'Los biocombustibles no son el villano, al contrario. Si son desarrollados con criterio, pueden ser un instrumento importante para generar ingresos y sacar a varios países de la inseguridad alimentaria y energética.
Brasil es un ejemplo de ello', aseguró Citando cifras, porcentajes de tierras empleadas y resultados, el líder izquierdista desmintió ante la comunidad internacional que Brasil sacrifique tierras para la producción de alimentos para destinarlas a la fabricación de etanol.'La producción de etanol y la producción de alimentos son hijas de la misma revolución.
La revolución que hizo el Brasil es una referencia mundial en tecnología de agricultura tropical', afirmó
En una crítica directa a Estados Unidos, representados en la cumbre por su ministra de Agricultura, aseguró que 'como el colesterol, hay etanol bueno y etanol malo, uno ayuda a descontaminar el planeta, el otro depende de los subsidios'
Para Lula más de 100 países en el mundo, entre ellos muchos africanos que padecen actualmente graves crisis alimentaria, tienen 'vocación natural para producir biocombustibles de forma sostenible' y cumplir la revolución agrícola que propone.