'Llevé a mi hija a la guardería cuando apenas tenía un año, allí estudió kínder y la preparatoria, ahora cursa el segundo grado en una escuela pública', dijo María Cristina Arias, quien tiene un puesto en el mercado Guamilito.
Desde hace 20 años ella vende tortillas en ese centro de abastos. Dos de sus hijos han sido cuidados por las niñeras de esta guardería, que funciona en el mismo mercado. Una de sus hijas ingresó al centro de cuidados a la edad de un año, pues por el trabajo que desempeña doña María Cristina no podía cuidarla a tiempo completo; ahora la pequeña tiene nueve años.
'Soy testigo de que cuidan bien a nuestros hijos, los educan y nosotras podemos trabajar estando cerca de ellos', dijo al referirse al personal de la guardería, que es sostenida con fondos de la Municipalidad.
Beneficio
La mayoría de las mujeres que lleva sus pequeños a este centro de cuidados tienen puestos de comidas dentro del Guamilito.
'Tengo en la guardería a mi otro niño, Anthony Arias, lo llevo desde que cumplió un año y ya llevan tres cuidándolo', expresó Arias.
La merienda que suple la guardería es complementada con carnes y verduras gracias a que los padres y madres pagan una cuota simbólica de 30 lempiras mensuales.
'El centro funciona desde las 7.00 am a 4.00 pm', dijo Dulce María Romero, de administración. Las orientadoras enseñan a los 50 niños a convivir con sus compañeros y desenvolver su carácter jugando, entre otras actividades que los preparan para asistir a la preparatoria y la primaria.
Sépalo
Las madres que no trabajan en el mercado también pueden matricular a sus hijos en la guardería pagando sólo 30 lempiras.
