Las últimas dos semanas en la vida política de Mauricio Rivera, diputado de Choluteca por el partido Libertad y Refundación (Libre), han sido turbulentas.
El congresista lideró una manifestación violenta, hace un par de semanas, en las instalaciones de Ciudad Mujer, un programa gubernamental en el que exigía el nombramiento de una allegada. Las imágenes de Rivera, armado con palos y piedras que lanzó contra el edificio, más las conversaciones filtradas entre él y la directora del programa, atizaron su situación política y su imagen pública.
DESPEDIDO
Después de las protestas, Rivera, también periodista, fue separado de su cargo como presentador de noticias en la televisora UneTV.
Ahora, Rivera podría enfrentar cinco delitos ante la justicia hondureña. Al congresista oficialista se le considera responsable como autor de los delitos de violencia contra la mujer, tráfico de influencias, tratos crueles y degradante, coacción y daños en perjuicio de la delegada presidencial del programa Cuidad Mujer, Tatiana Isabel Lara Pineda y el patrimonio del Estado.
De manera que, Rivera podría enfrentar una pena de entre uno y cuatro años de prisión, de acuerdo con los preceptos del Código Penal por el delito de violencia contra la mujer. Además, tendría que pagar una multa económica, en caso de hallársele culpable.
Entre dos a cinco años se le impondrían si fuera hallado culpable de tráfico de influencias. En el caso del delito de coacción, la pena podría ser de entre uno y tres años de cárceles, además de la prestación de servicios de utilidad pública o a las víctimas de 180 a 360 días.
El Ministerio Público interpuso el requerimiento en contra de Rivera ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), por tratarse de un alto funcionario estatal.
Ahora, la Secretaría de la CSJ remitirá el caso al pleno de magistrados. Allí, se designará un juez natural que evacuará el proceso judicial. Este último, si así lo decide, procederá a citar al diputado sureño a declaración de imputado.
