Tegucigalpa, Honduras.
Las primeras sanciones a madres de menores que resultaron quemados por pólvora fueron impuestas ayer en la capital.
Las señaladas deberán hacer trabajo comunitario. La medida fue impuesta en audiencias de descargo realizadas por el Juzgado de Policía de la alcaldía del Distrito Central debido a que sus hijos recibieron atención médica en el Hospital Escuela por la gravedad de las quemaduras.
Las madres tendrán que realizar trabajo comunitario tras negarse a pagar, por falta de recursos económicos, la multa de hasta 5,000 lempiras que corresponde para los padres de familia cuyos hijos resulten afectados por el uso de la pólvora.
Los trabajos son barrer calles, pintar, limpiar solares, entre otras labores. Uno de los casos es el de Bessy Romero (35), quien se dedica a vender botellas de plástico para sacar adelante a su familia. Con lágrimas en su rostro aseguró que su hijo de 17 años fue a la iglesia y un vecino le dio un explosivo, conocido como cebolla, para que se lo tuviera. El hecho ocurrió el pasado 24 de diciembre en la colonia Altos de Los Pinos y, según el relato de la madre, el joven se metió el explosivo en el pantalón, el cual explotó y le dañó sus genitales.
“Yo recojo botes, yo soy pobre, no tengo la capacidad para pagar la multa”, declaró la señora. También fueron sancionadas Carmen Espinal e Ingris Betanco.
La señora Espinal contó que su hija de seis años resultó con quemaduras porque un joven de 14 años tiró un mortero cerca de donde estaban varias niñas, incluyendo la de ella. Ante la declaración, las autoridades municipales emitieron un citatorio para los padres del adolescente el próximo jueves.
La jueza del Juzgado de Policía de la capital, Miriam Reyes, aseguró que remitirán el informe a la Fiscalía de la Niñez del Ministerio Público para que definan si corresponde la emisión de un requerimiento fiscal, según la responsabilidad de los padres.
Dijeron que la misma sanción se le impondrá a los demás padres que fueron citados por el Juzgado Municipal. El uso de la pólvora dejó en 2016 48 personas quemadas, entre niños y adultos.
Las primeras sanciones a madres de menores que resultaron quemados por pólvora fueron impuestas ayer en la capital.
Las señaladas deberán hacer trabajo comunitario. La medida fue impuesta en audiencias de descargo realizadas por el Juzgado de Policía de la alcaldía del Distrito Central debido a que sus hijos recibieron atención médica en el Hospital Escuela por la gravedad de las quemaduras.
Las madres tendrán que realizar trabajo comunitario tras negarse a pagar, por falta de recursos económicos, la multa de hasta 5,000 lempiras que corresponde para los padres de familia cuyos hijos resulten afectados por el uso de la pólvora.
Los trabajos son barrer calles, pintar, limpiar solares, entre otras labores. Uno de los casos es el de Bessy Romero (35), quien se dedica a vender botellas de plástico para sacar adelante a su familia. Con lágrimas en su rostro aseguró que su hijo de 17 años fue a la iglesia y un vecino le dio un explosivo, conocido como cebolla, para que se lo tuviera. El hecho ocurrió el pasado 24 de diciembre en la colonia Altos de Los Pinos y, según el relato de la madre, el joven se metió el explosivo en el pantalón, el cual explotó y le dañó sus genitales.
“Yo recojo botes, yo soy pobre, no tengo la capacidad para pagar la multa”, declaró la señora. También fueron sancionadas Carmen Espinal e Ingris Betanco.
La señora Espinal contó que su hija de seis años resultó con quemaduras porque un joven de 14 años tiró un mortero cerca de donde estaban varias niñas, incluyendo la de ella. Ante la declaración, las autoridades municipales emitieron un citatorio para los padres del adolescente el próximo jueves.
La jueza del Juzgado de Policía de la capital, Miriam Reyes, aseguró que remitirán el informe a la Fiscalía de la Niñez del Ministerio Público para que definan si corresponde la emisión de un requerimiento fiscal, según la responsabilidad de los padres.
Dijeron que la misma sanción se le impondrá a los demás padres que fueron citados por el Juzgado Municipal. El uso de la pólvora dejó en 2016 48 personas quemadas, entre niños y adultos.
