13/01/2025
07:18 PM

Por baja producción interna, Honduras importa más leche

La migración, invasiones y sequía reducen la producción y obligan a Honduras a comprar leche y productos lácteos a otros países. En la última década, las importaciones provenientes de Estados Unidos incrementaron 286%.

San Pedro Sula

La migración, sequía, invasiones y otros factores han provocado una caída en la producción de leche, lo cual ha obligado al país a aumentar las importaciones de lácteos principalmente las provenientes de Estados Unidos.

La creciente dependencia externa afecta la balanza comercial del sector y pone en riesgo la autosuficiencia alimentaria del país que se ha debilitado por la baja producción de granos básicos (maíz y frijol) a raíz del cambio climático y migración.

Entre enero y agosto de 2024, según las estadísticas de la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle), el sector produjo un promedio diario de 1.2 millones de litros de leche, 14% menos en comparación con el mismo período del año anterior, cuando alcanzó 1.4 millones de litros cada día. Esta reducción ha encendido las alarmas en la industria y ha generado preocupación entre los productores.

Gilberto Moreno, presidente de la Cahle, explicó que esta contracción es consecuencia de “muchos factores, entre ellos, la deserción de productores de leche hacia otros rubros, como palma aceitera, caña de azúcar y vegetales en Comayagua de donde exportan verduras a China”.

“Adicional, tenemos problemas con la mano de obra. Es difícil encontrar operadores de ordeñadoras, operadores de tractor, operadores de máquinas de cortar zacate y de máquinas para hacer alimentos balanceados. En nuestro sector trabajamos las 24 horas, los siete días de la semana, y la gente prefiere emigrar. La mano de obra es más escasa”, dijo.

El sector lácteo y el sector cárnico enfrentan problemas relacionados con las invasiones de tierras, particularmente en los departamentos de Colón y Atlántida. Estas usurpaciones no solo han interrumpido la producción, sino que han generado conflictos legales y sociales que frenan nuevas inversiones.

“Nosotros tampoco tenemos acceso a financiamientos baratos, hay que pagar 12%, 14% de tasa de interés por los préstamos. No es rentable para el rubro. El año pasado, también nos afectó la sequía”, dijo Moreno.

Antes de la pandemia, de acuerdo con el informe Bovino: Análisis de Coyuntura, realizado por la Unidad de Planeamiento y Evaluación de la Gestión (Upeg) de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), con la cooperación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de América (conocido como Usda, por sus siglas en inglés), Honduras importó en 2019 $65.3 millones de leche y derivados y exportó $28.6 millones.

Ese estudio indica al mismo tiempo que en 2019, Honduras importó $10.2 millones en carne de especie bovina (fresca o refrigerada y congelada) y exportó $14.4 millones. En ese año, la balanza comercial de este producto resultó desfavorable para Honduras.

Cinco años después, hoy en 2024, Moreno considera que las importaciones leche y derivados ha incrementado dado a que hay más empresas que importan leche en polvo para procesarla, igualmente, las compras al mercado exterior de carne bovina por la baja producción que no logra cubrir la demanda interna.

La producción de leche no satisface la demanda interna

Hay un aumento de la importación de leche porque “no somos autosuficientes, la industria lo que hace es comprar la leche en polvo, reconstituirla y convertirla en lácteos y exportarlos. La producción nuestra de leche se consume en Honduras. Para cubrir la demanda, tendríamos que producir 2.5 millones de litros diarios”, dijo.

Hasta junio de este año, según cifras de comercio exterior del Banco Central de Honduras (BCH), Honduras exportó más de $22 millones de productos lácteos, principalmente a los países de Centroamérica. Sin embargo, esa cantidad es sumamente inferior a las importaciones anuales que realiza de Estados Unidos.

En 2023, de acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Honduras importó de ese país $86.14 millones en productos lácteos. En la última década, las compras anuales a ese país crecieron 286% y mantuvieron un valor anual promedio de $42.12 millones. Esto pone en evidencia el creciente desequilibrio en la balanza comercial del sector lácteo.

A nivel internacional, el consumo per cápita de leche y derivados varía considerablemente entre continentes. En promedio, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en países desarrollados supera los 150 kilogramos.

Sin embargo, en Honduras, el consumo per cápita es considerablemente menor a los 100 kilogramos, una cifra que refleja tanto las limitaciones en la producción como en el acceso a productos lácteos por parte de la población.

Este bajo consumo per cápita en comparación con la media internacional destaca la necesidad de fortalecer el sector lácteo nacional y mejorar la accesibilidad de estos productos en el mercado interno, opinan economistas consultados por Diario LA PRENSA.

La mejor carne de Honduras se va a través de Guatemala

Mientras los productores de carne bovina sortean otros problemas que los frena para aumentar la oferta del mercado nacional. Estos desafíos están relacionados con la fuga de reses hacia Guatemala y México y cobro de impuestos a insumos, vitaminas y medicinas que están excentos.

Dennis Cardona, director ejecutivo de la Cámara de Fomento Ganadero de Honduras (Cafogah), le explicó a Diario LA PRENSA que “hay un flujo bastante alto de ganado en pie que sale hacia el norte, a través de Guatemala y México, con destino a Estados Unidos y está quedando en Honduras el ganado de menor calidad: vacas de descarte, toros de descarte e incluso bueyes”.

“Necesitamos que el país tenga controles para evitar que en el país dejen la carne de menor calidad. El sector productivo necesita mayores incentivos comerciales. Existe también una falta de comunicación de políticas fiscales. Actualmente, hay muchos productos (filtros para máquinas de ordeñar, medicamentos, medicias) que están excentos del impuesto sobre ventas, pero hay comercios que, por desconocer esa información o por temor a una multa, lo cobran. También por falta de actualización de los catálogos arancelarios, esos productos entran con impuestos”, dijo.

Cardona indicó que la producción nacional de carne de especie bovina es de 73 millones de toneladas métricas al año cotra una demanda de 85 millones de toneladas al año. El déficit es cubrieto con importaciones de varios países.

En Honduras la demanda de carne ha aumentado impulsado por el consumo per cápita que, según Cardona, pasó de 5.5 kilos (2020) al año a 7.8 kilos (2024), lo cual estimula al sector por las nuevas oportunidades que se derivan de este comportamiento en el mercado.

Economistas consultados por Diario LA PRENSA consideran que la brecha entre la producción y la demanda es un desafío que debe abordarse con políticas públicas efectivas y un apoyo más decidido a los productores nacioles para evitar que la tendencia de las importaciones siga en aumento.