Ludwin Morazán es uno de los muchos ciudadanos que ha denunciado a Elizabeth, una mujer de la raza garífuna que padece una enfermedad mental y que vive en la indigencia.
Los habitantes de la colonia Miramar de La Ceiba, Atlántida, donde permanece, están angustiados por los riesgos que representa.
"Ya no la aguantamos, lleva bastante tiempo en las calles de la colonia, saca la basura y la riega. Además, se desnuda y por aquí pasan niños para la escuela y ven eso", lamentó Morazán.
La situación con pobre mujer, originaria de Corozal, una aldea garífuna a diez minutos de La Ceiba, va más allá, ya que por su enfermedad se vuelve violenta. "Agarra piedras y se las tira a los carros, ya ha roto varios vidrios. A un muchacho que iba en una moto le tiró una piedra y lo golpeó", añadió Morazán.
A don Ludwin Morazán lo encontramos a las afueras de la Policía Nacional, justo cuando salía de interponer una denuncia, con la esperanza de que las autoridades tomen medidas para retirar a Elizabeth de las calles. Parece que la mujer no tiene familia.
La respuesta es la misma: "la Policía no puede hacer nada, ya la han ido a recoger varias veces, la tienen un rato y luego la dejan ir porque no la pueden tener mucho tiempo retenida. Me han dicho que no pueden hacer nada. Pedimos al gobierno que haga algo por estas personas".
Ella es uno de al menos 18 indigentes que recorren las calles mayormente del centro de La Ceiba. En el resto de ciudades del litoral también se da este fenómeno.
La indigencia no ha sido atendida por los gobiernos en las últimas décadas, así como por las autoridades locales de cada municipio. Los familiares de estas personas los han dejado a su suerte, incapaces de brindarles atención, especialmente en casos donde su conducta se torna violenta.
Es importante mencionar que muchos indigentes han convertido las calles en su hogar debido a enfermedades mentales, mientras que otros han caído víctimas de las drogas y el alcohol.
Iniciativa busca atender la indigencia
La falta de interés de las autoridades por atender a este grupo de personas abandonadas en las calles está a punto de cambiar, pero por parte de ciudadanos y algunos parientes de los pacientes con una enfermedad mental que han demostrado solidaridad con cada caso.
En la actualidad se trabaja en crear la Asociación de Parientes de Pacientes Psiquiátricos. "Estamos trabajando porque la meta es construir un hospital de día para la ciudad, con el apoyo de la Secretaría de Salud, ellos tienen la iniciativa", contó dijo José Antonio Gonzales, coordinador de la Asociación, quien también tiene un pariente psiquiátrico.
"Esto nos traería una tranquilidad para todos los que tenemos pacientes psiquiátricos porque ver gente indigente en las calles", dijo.
Gonzales reconoce que "la problemática es grande y muy complicada, pero es urgente atender estas personas, tenemos que enfrentar esta situación porque no podemos dejar que nuestros parientes estén en algo tan complejo".
La iniciativa también es apoyada por la alcaldía ceibeña, a través del departamento de Desarrollo Comunitario. Actualmente, trabajan en un levantamiento y un estudio de cuantas son las personas que andan en la indigencia en la ciudad.
Tania Acosta, jefa de Desarrollo Comunitario, informó que "ya tenemos un censo y el reporte de la primera etapa que tenemos es de diecisiete personas en indigencia, con esto después nos sentaremos con la comisión de salud para continuar con este proyecto".
"La idea es atender a estas personas, ya hablamos con la directora del hospital Atlántida, que nos apoyará con el especialista psiquiatra, evaluarlos y luego trasladarlos al hospital psiquiátrico que funciona en Tegucigalpa", añadió Acosta.
Centro cerró por falta de apoyo
A inicios de 2002, un grupo de ciudadanos ceibeños fundaron el Centro Psiquiátrico Despertar, el cual operó alrededor de cinco años, y se sostenía con el apoyo de doctores y empresarios locales.
El personal recogió a todos los indigentes de la calle y fueron llevados a un local que habían alquilado, ahí eran atendidos por un psiquiatra. El centro fue un gran apoyo para estas personas, ya que se les proporcionaba alimento, atención médica e integral.
Años después el centro cerró debido al poco apoyo que terminó recibiendo, además que los habitantes de la colonia Villa Mary, donde funcionaba, se opusieron a que operara en la zona, argumentando riesgos para los moradores del sector.
En La Ceiba funciona la Casa Enmanuel, un centro privado de atención integral para personas que tienen problemas con las drogas, pero no con enfermedades mentales.
En Tegucigalpa funcionan dos hospitales psiquiátricos, el Mario Mendoza y Santa Rosita.