San Pedro Sula, Honduras.
Con la promesa de la Policía Preventiva y la Militar de hacer operativos constantes en el bulevar del sur, los conductores y ayudantes de rapiditos del sector Chamelecón reanudarán hoy sus labores.
De las solicitudes presentadas ayer, tras las protestas, las autoridades policiales solo les prometieron operativos diarios en el bulevar del sur.
Los conductores de los rapiditos de Chamelecón paralizaron sus unidades desde la madrugada de ayer, luego que recibieran una advertencia de aumento de 150 lempiras en el cobro de extorsión. En horas de la mañana de ayer efectuaron una turbulenta protesta que duró por más de seis horas.
Denunciaron que ellos pagaban 250 lempiras por unidad a la semana, pero desde ayer esa cuota se las habían subido a 400 lempiras. Ese fue el detonante para que los transportistas iniciaran la protesta.
Amenaza
Los trabajadores denunciaron que la pandilla 18 les hizo llegar una pancarta en la que les advertían que si no pagaban la nueva tarifa iban a tirotear y quemar las unidades sin importar que llevaran pasajeros.
“Son casi 19,000 lempiras a la semana que les damos. Pedimos a esa organización que sean humanos, que nosotros somos trabajadores, andamos expuestos en la calle”, reclamó uno de los líderes de los transportistas, quien fue nombrado como portavoz.
La paralización de más de 60 unidades comenzó a eso de las 5:00 am y afectó a miles de habitantes que se aprestaban a tomar el transporte público para desplazarse a sus lugares de trabajo y centros educativos. Estos tuvieron que caminar hasta el bulevar del sur para abordar otras unidades del transporte público.
Los manifestantes, quienes en su mayoría cubrieron sus rostros con trapos, reconocieron que obligaron a otras unidades, como buses amarillos, unidades contratadas y taxis a no prestar el servicio.
“Pedimos al Gobierno que nos ayude, ya no soportamos más, pagamos al dueño de la unidad y pagamos a las pandillas, es poco los que nos queda para mantener a nuestras familias”, expresó.
Aunque inicialmente la manifestación se desarrolló de forma pacífica, al pasar las horas todo cambió. El número de elementos de las Policías Nacional y Militar aumentaba significativamente ante la euforia de los transportistas que con palos en las manos incrementaron la quema de llantas y cubrieron más zonas.
“Tuvimos un percance con la Policía Preventiva que nos lanzó gases lacrimógenos. Nos sentimos atacados, esta es nuestra manera de expresarnos”, indicó.
Muertes
Ante el aumento en la tarifa, consideran un incremento en el pasaje, que quedaría en 10 lempiras.
Además de la extorsión, los conductores piden un alto a las muertes de los transportistas. Recordando que uno de los homicidios más recientes se suscitó esta semana, cuando pandilleros de la 18 acribillaron al conductor y un ayudante de un microbús de la ruta Chamelecón, en el bulevar del sur.
“De tres años para acá ya son más de 15 muertes. En un solo corredor ya se han dado siete asesinatos”.
Pasadas de las diez de la mañana, los manifestantes se trasladaron a los peajes del sur, adonde continuaron la quema de llantas por más de media hora, lo que causó que se formaran largas filas de carros particulares y de carga pesada que se conducían hacia Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Un contingente de policías antimotines desalojó a los reclamantes prometiéndoles que por la tarde tendrían una reunión, la cual se llevó a cabo a eso de las 4:00 pm. “Ellos nos solicitaron darles seguridad por cada unidad, pero por la limitante de personal no se puede”, dijo el subcomisionado Lorenzo Pineda, asignado a la posta de Chamelecón.
Pineda se comprometió con ellos para montar operativos constantes en el bulevar del sur. “Ellos nos dijeron que no les preocupa tanto trasladarse dentro de Chamelecón, sino en el bulevar del sur”, declaró.
Con la promesa de la Policía Preventiva y la Militar de hacer operativos constantes en el bulevar del sur, los conductores y ayudantes de rapiditos del sector Chamelecón reanudarán hoy sus labores.
De las solicitudes presentadas ayer, tras las protestas, las autoridades policiales solo les prometieron operativos diarios en el bulevar del sur.
Los conductores de los rapiditos de Chamelecón paralizaron sus unidades desde la madrugada de ayer, luego que recibieran una advertencia de aumento de 150 lempiras en el cobro de extorsión. En horas de la mañana de ayer efectuaron una turbulenta protesta que duró por más de seis horas.
Denunciaron que ellos pagaban 250 lempiras por unidad a la semana, pero desde ayer esa cuota se las habían subido a 400 lempiras. Ese fue el detonante para que los transportistas iniciaran la protesta.
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Los trabajadores denunciaron que la pandilla 18 les hizo llegar una pancarta en la que les advertían que si no pagaban la nueva tarifa iban a tirotear y quemar las unidades sin importar que llevaran pasajeros.
“Son casi 19,000 lempiras a la semana que les damos. Pedimos a esa organización que sean humanos, que nosotros somos trabajadores, andamos expuestos en la calle”, reclamó uno de los líderes de los transportistas, quien fue nombrado como portavoz.
La paralización de más de 60 unidades comenzó a eso de las 5:00 am y afectó a miles de habitantes que se aprestaban a tomar el transporte público para desplazarse a sus lugares de trabajo y centros educativos. Estos tuvieron que caminar hasta el bulevar del sur para abordar otras unidades del transporte público.
Los manifestantes, quienes en su mayoría cubrieron sus rostros con trapos, reconocieron que obligaron a otras unidades, como buses amarillos, unidades contratadas y taxis a no prestar el servicio.
“Pedimos al Gobierno que nos ayude, ya no soportamos más, pagamos al dueño de la unidad y pagamos a las pandillas, es poco los que nos queda para mantener a nuestras familias”, expresó.
Aunque inicialmente la manifestación se desarrolló de forma pacífica, al pasar las horas todo cambió. El número de elementos de las Policías Nacional y Militar aumentaba significativamente ante la euforia de los transportistas que con palos en las manos incrementaron la quema de llantas y cubrieron más zonas.
“Tuvimos un percance con la Policía Preventiva que nos lanzó gases lacrimógenos. Nos sentimos atacados, esta es nuestra manera de expresarnos”, indicó.
La mayoría de ellos andaban armados con palos y bates, lo que amedrentó a varios pobladores que no sabían lo que pasaba.
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Ante el aumento en la tarifa, consideran un incremento en el pasaje, que quedaría en 10 lempiras.
Además de la extorsión, los conductores piden un alto a las muertes de los transportistas. Recordando que uno de los homicidios más recientes se suscitó esta semana, cuando pandilleros de la 18 acribillaron al conductor y un ayudante de un microbús de la ruta Chamelecón, en el bulevar del sur.
“De tres años para acá ya son más de 15 muertes. En un solo corredor ya se han dado siete asesinatos”.
Pasadas de las diez de la mañana, los manifestantes se trasladaron a los peajes del sur, adonde continuaron la quema de llantas por más de media hora, lo que causó que se formaran largas filas de carros particulares y de carga pesada que se conducían hacia Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Un contingente de policías antimotines desalojó a los reclamantes prometiéndoles que por la tarde tendrían una reunión, la cual se llevó a cabo a eso de las 4:00 pm. “Ellos nos solicitaron darles seguridad por cada unidad, pero por la limitante de personal no se puede”, dijo el subcomisionado Lorenzo Pineda, asignado a la posta de Chamelecón.
Pineda se comprometió con ellos para montar operativos constantes en el bulevar del sur. “Ellos nos dijeron que no les preocupa tanto trasladarse dentro de Chamelecón, sino en el bulevar del sur”, declaró.