Al paso que va en este momento la depuración de la Policía Nacional se tardará al menos 100 años en concretarse, fustigó ayer Matías Funes, miembro de la Comisión de Reforma a la Seguridad Pública (CRSP).
En eso términos reaccionó Funes en relación con el lento proceso de depuración del estamento policial hondureño, sumido en una de sus peores crisis institucionales debido la corrupción de muchos de sus miembros y su colusión con el crimen organizado.
Recientemente trascendió a la opinión publica la lista de ocho oficiales de alto rango a cuyo patrimonio se investiga debido a la incongruencia en sus ingresos por más de L74.5 millones.
El comisionado dijo que la Comisión de Reforma no ha certificado el proceso de depuración porque en primer lugar camina demasiado lento y las pruebas no se han aplicado de arriba hacia abajo, es decir, de la cúpula policial a los agentes.
“Va demasiado lenta la depuración y llevaría un siglo dada la lentitud y este debe ser un proceso rápido, como se ha hecho en otros países, donde se realizaron procesos de esta misma naturaleza con bastante éxito y rapidez, por ejemplo en El Salvador”, aseveró.
Sí hay avances
No obstante alabó que con la presencia del nuevo ministro de Seguridad, Arturo Corrales, las cosas están tomando otro rumbo, ya que se ha visto un poco más de celeridad y a las pruebas patrimoniales se les está dando más importancia.
“Vamos a mantenernos expectantes y si el trabajo es de nuestra satisfacción, estaríamos certificando esto, pero eso sería con el análisis minucioso de lo que se está haciendo”, afirmó.
Sobre la reciente intervención de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), Funes aplaudió la medida y dijo que la sociedad necesita y exige la depuración de toda la Policía.
En relación con las pruebas patrimoniales efectuadas a los oficiales de la cúpula policial, el comisionado dijo que está de acuerdo con que se investigue el patrimonio de los altos oficiales porque ahí se debió haber comenzado.