Tegucigalpa, Honduras.
Los consumidores de carburantes se ahorrarían unos 600 millones de lempiras al año si el Gobierno decidiera importar gasolina regular de 91 octanos, en lugar de 88, como sucede en la actualidad, según un estudio de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe).
Aumentar el consumo de gasolina regular también reduciría el gasto de divisas en la factura petrolera, que el año pasado, según el Banco Central de Honduras (BCH), ascendió a 1,555 millones de dólares (unos 38,253 millones de lempiras).
Se estima que este año la factura petrolera aumentará entre un 15 y 20%; es decir, entre 233 millones y 311 millones de lempiras, justamente en un año en que las divisas del principal producto de exportación, el café, cayeron, según expresó la semana pasada el presidente Juan Orlando Hernández.
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No escucharon al Comieco.
El Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco), que tiene por mandato establecer las políticas de integración económicas de la región, aprobó un acuerdo para que los países integrantes de esa organización aumentaran el octanaje, pero Honduras y Nicaragua no acataron la sugerencia.
En cambio, el resto de países ya están aplicando el ajuste de octanaje y los beneficios han sido múltiples para los consumidores.
En Honduras, la oposición del Gobierno al cambio de octanaje no se ha hecho pública, pero la Ahdippe estima que es por no afectar la recaudación de los impuestos a los carburantes, que en este caso sería de unos cuatro lempiras por galón.
La directora ejecutiva de la Ahdippe, Sarahí Silva, expresó a LA PRENSA que el aumento del octanaje también es una propuesta que la organización a la que pertenece viene haciendo desde hace unos tres años para favorecer la economía de los consumidores, especialmente de los que más gastan en carburantes.
Silva explicó que no se trata de que la gasolina regular de 88 octanos sea de mala calidad, sino de que una gran parte del parque vehicular del país trabaja con 91 octanos; pero como esta no existe, entonces los motoristas se ven obligados a comprar superior, que tiene 95 octanos.
Se invertiría la matriz.
De acuerdo con la Ahdippe, al aumentarse el octanaje, al menos el 60% del parque vehicular consumiría gasolina regular de 91 octanos.
Actualmente, el 70% de los automotores utiliza gasolina superior, y una gran parte lo hace porque no tiene otra opción.
Ante la negativa del Gobierno de hacer el cambio de octanaje, la Ahdippe le planteó a las autoridades respectivas que el dinero que se deje de recibir por impuestos los consumidores lo invertirán en otros sectores de la economía y el Estado percibirá tributos.
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lempiras es el precio del galón de gasolina superior, que estará vigente al 6 de octubre de este año, según la Comisión Administradora del Petróleo (CAP).
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Otra razón para que se haga el cambio es que el Gobierno no experimentará una disminución de sus tributos de manera abrupta, puesto que los consumidores tardarán un buen tiempo en cambiar su patrón de consumo, debido a que es normal que haya resistencia a este tipo de cambios por razones de desconfianza.
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lempiras es el costo del
galón de la gasolina regular de 88 octanos, la que, según informes oficiales, representa el 30% del consumo nacional. |
Otro punto a favor es que de cada cinco carros que se importan, la mayor parte viene de los Estados Unidos y están diseñados para usar gasolina regular de 91 octanos.
La Ahdippe, después de la resolución del Comieco, presentó la propuesta al Ministerio de Energía y no ha tenido respuesta positiva, lo que está en contra del reglamento técnico centroamericano, que lo que busca es la estandarización de la calidad de los carburantes en la región en favor de los consumidores y del medio ambiente, que es el más afectado.
