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L 20 millones pagan al año por 'impuesto de guerra”

  • 18 febrero 2011 /

Los transportistas también se han convertido en objetivo de los delincuentes. Continúe leyendo esta investigación sobre la delincuencia que afecta a la ciudad.

A merced de los pandilleros están los motoristas, ayudantes y dueños de unidades del transporte que semanalmente son esquilmados con el impuesto de guerra.

Las víctimas de los mareros son taxistas y motoristas de buses de diferentes rutas, quienes son atemorizados con frases como. “Si no pagan lo que les exigimos los vamos a matar”. En muchas ocasiones miembros de estos grupos delictivos han cumplido con sus amenazas y han ultimado a varios conductores y ayudantes, demostrando que estos grupos criminales no están jugando y los perjudicados se ven obligados a pagar quieran o no la tarifa.

Los miembros de la mara Salvatrucha son los que se dedican a realizar el cobro del impuesto de guerra a los transportistas a cambio de que los motoristas trabajen de una manera tranquila.

Según lo expresado por varios motoristas de taxis colectivos y buses, en la ciudad de San Pedro Sula los pandilleros llegan de una forma amigable a los puntos de las empresas, observando el ambiente y luego se acercan y entablan conversaciones con los choferes y ayudantes, se vuelven hasta ‘aleros’ para luego hacer preguntas como si hay mareros cobrándoles el impuesto de guerra.

“No parece que fueran pandilleros, andan bien vestidos, algunos sin tatuajes. Se acercan de una manera tranquila, platicadora, luego preguntan si en el punto hay alguna mara que ya cobra el impuesto de guerra, al decir que no, manifiestan que son de tal mara y que a cambio de brindar ‘protección’ uno tiene que pagar una tarifa semanal por cada unidad”, contó uno de los motoristas, víctima de este ilegal cobro.

Agregó que los pandilleros imponen la tarifa que tienen que pagar en cada punto de taxis o buses urbanos e interurbanos.

Los dueños de unidades de transporte ya no aguantan los constantes cobros que les hacen los miembros de las pandillas. En los libros contables los transportistas registran el impuesto de guerra dentro de los otros gastos que obligatoriamente tienen que hacer como repuestos, combustible, llantas y otros.

“Ya no podemos con tanto pago que tenemos que hacer, hay que comprar repuestos, llantas, mantenimiento de las unidades y también tenemos que pagar para que nos dejen trabajar y circular por las zonas que ellos dicen que son su territorio”, expresó un transportista del rubro del taxi que por seguridad omitió su nombre.

Se duplica cobro

En los últimos meses los miembros de las maras o pandillas han duplicado el cobro del impuesto de guerra.

Anteriormente los dueños de taxis pagaban a los miembros de las maras y pandillas la suma de 50 lempiras semanalmente por cada unidad y ahora pagan 100 lempiras.

Los buses rapiditos y grandes eran obligados a pagar 100 lempiras por cada unidad a la semana y actualmente les cobran 200 lempiras.

Algunos taxistas expresan que el pago del impuesto de guerra es como tener “dos mujeres” debido que tienen que hacer el dinero para la tarifa, el combustible, gastos de la casa el y pago a los mareros. Un dirigente del transporte del rubro de los taxis manifestó que ahora ya no sólo los pandilleros de la mara Salvatrucha les están cobrando el impuesto de guerra, sino que también están siendo extorsionados por los integrantes de la pandilla 18.

“Ya no aguantamos con tanto cobro que nos hacen, ahora ya no sólo la MS nos está cobrando el impuesto de guerra, sino que nos está cayendo la 18 también. Y lo más triste es que no podemos denunciar a la Policía porque nos matan, ya que los agentes están confabulados y saben quiénes son los que cobran el impuesto”, dijo el transportista.

Entre las rutas de buses que pagan impuesto de guerra en San Pedro Sula están las que recorren las colonias del sector Chamelecón y Rivera Hernández. También son afectados los buses de Los Cármenes, la ruta Uno, Cinco y todos los puntos de taxis colectivos.

Se estima que anualmente los miembros de la Mara Salvatrucha recaudan por concepto del cobro del impuesto de guerra a los transportistas unos 20 millones de lempiras.

Mareros ahora son transportistas

Debido que por doce años los miembros de la mara Salvatrucha han venido acosando a los transportistas y dueños de negocios con el cobro del impuesto de guerra, se han hecho de un gran capital, el cual los ha llevado a convertirse en transportistas.

Varios dedicados a este rubro aseveraron que los miembros de las maras y pandillas son propietarios de buses en distintas rutas, tanto urbanas como interurbanas.

Según información recopilada por la Unidad de Investigación de Diario LA PRENSA, los miembros de la mara Salvatrucha son dueños de varias unidades de transporte público como ser microbuses y taxis.

También tienen talleres

Se conoció que los pandilleros también son propietarios de talleres de mecánica automotriz en donde realizan las reparaciones de las unidades que tienen en el transporte. Además prestan servicios a personas que no son miembros de la mara.