Un juez de turno dictó la noche de este domingo detención judicial contra el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, acusado de los delitos de homicidio y lesiones graves, fue enviado a la cárcel de Támara.
Junto a Vásquez Velásquez también fueron enviados a Támara los generales retirados Venancio Cervantes, exsubjefe de las FF AA, y Carlos Roberto Puerto, excomandante del Comando de Operaciones Especiales.
La resolución se emitió tras la audiencia de declaración de imputado celebrada en los juzgados del barrio La Granja de Tegucigalpa. La audiencia inicial será el viernes 10 de enero a la 1:30 de la tarde.
Vásquez Velásquez es señalado por su supuesta responsabilidad en la muerte de Isy Obed Murillo y las lesiones graves sufridas por Alex Roberto Zavala durante las protestas en el contexto del golpe de Estado del 28 de junio de 2009. En un comunicado, el Ministerio Público indicó que “los hechos ocurrieron cuando elementos militares dispararon de manera indiscriminada contra manifestantes en las inmediaciones del aeropuerto Toncontín”.
El Ministerio Público sostiene que las acciones de los soldados bajo las órdenes de Vásquez Velásquez fueron “brutalmente desproporcionadas” y que “los altos mandos militares incumplieron su deber de supervisar y controlar a sus subordinados, permitiendo y facilitando actos de violencia que resultaron en graves violaciones a los derechos humanos”.
Los tres generales fueron detenidos en simultáneo por operativos conjuntos entre la Policía Nacional y el Ministerio Público en Tegucigalpa y La Paz.
El caso de Isy Obed Murillo marca el asesinato cobarde de un joven mártir en defensa se la Democracia nacional, que fue presenciado por cámaras del mundo entero y por miles de personas que acudían a una marcha pacífica que buscaba recibir al Presidente @manuelzr el domingo 5 de... pic.twitter.com/UlER0K6ExC
— Enrique Reina (@EnriqueReinaHN) January 5, 2025
Reacciones y controversias
La captura de Vásquez Velásquez ha generado reacciones divididas. Por un lado, David Murillo, padre de Isis Obed, exigió justicia y pidió al sistema judicial actuar con imparcialidad. “Espero que los responsables paguen por lo que hicieron”, dijo Murillo, quien además denunció amenazas y persecución desde los eventos de 2009.
Por otro lado, líderes políticos como Jorge Cálix, precandidato presidencial por el Partido Liberal, cuestionaron el contexto de la captura. “Espero que los responsables paguen, pero también que no se utilice un crimen atroz para persecuciones políticas”, declaró Cálix, quien señaló que existen casos con pruebas más contundentes que no han recibido atención por parte del Ministerio Público.
Familiares de Vásquez Velásquez también reaccionaron. Su esposa, Licida Zelaya Lobo, aseguró que la captura forma parte de una persecución política y pidió imparcialidad a los jueces. “Han querido callar a Romeo. Estamos viviendo momentos como Venezuela y Nicaragua, queriendo callar a los que se levantan en contra del gobierno”, expresó.
Tras la decisión judicial, Vásquez Velásquez fue trasladado a una prisión, donde permanecerá bajo custodia hasta la audiencia inicial programada para los próximos días. En esta audiencia se determinará si el caso avanza a juicio o si se modifican las medidas cautelares impuestas.
El proceso marca un precedente en Honduras al vincular directamente a altos mandos militares con violaciones a los derechos humanos, generando expectación nacional e internacional sobre su desenlace.