04/12/2025
10:04 PM

Jefrey no tiene límites para su pasión por el fútbol

  • 02 junio 2015 /

Jefry Onil Mejía usa sus manos en vez de piernas para jugar al fútbol.

San Pedro Sula, Honduras.

Esperan que se suavice el sol de la tarde para armar la potra en una de las calles de la colonia. Son los chicos que viven en la segunda etapa de la Satélite quienes gustan dar rienda suelta a su pasión por el fútbol después de salir de sus centros de estudio.

Entre ellos se destaca Jefry Onil Mejía porque usa las manos en sustitución de sus piernas atrofiadas para pegarle a la pelota mientras se arrastra por la calle de cemento que hace el papel de cancha para futbolito.

No hay diferencia entre él y los otros muchachos cuando se trata de disputarse el balón porque lo atacan sin importarles su condición física mientras avanza rápidamente hacia la portería contraria.

Sin él no hay juego. La pacotilla siempre pasa frente a su casa gritándole que salga cuando llega la hora de darle al balón.

Para entonces ya ha metido en una bolsa trasera de su silla de ruedas sus rodilleras y sus guantes que hacen el papel de tacos porque es con ellos que evita lastimarse cuando manotea la bola o se apoya en el suelo.

A su madre Reyna Mejía no le parece mucho que practique este tipo de deportes porque no deja de lacerarse los tobillos, las manos y las rodillas aunque use protectores, pero no se opone porque esos juegos son su gran entretenimiento y su pasión.

Los toma muy en serio, como si se tratara de encuentros de liga, y se prepara para tener fuerza en las manos, haciendo ejercicios con pesas que él mismo inventa.

No hay pantalones ni tenis que le duren porque se desgastan rápidamente de tanto rozar el áspero cemento.

Su nacimiento

Hace 14 años que Jefry vio la luz del mundo en la sala de maternidad del Instituto Hondureño de Seguridad mediante alumbramiento normal. Aunque su madre se había hecho el chequeo prenatal, los médicos nunca le dijeron que el niño venía con una anomalía congénita.

Hasta que terminó la labor de parto se lo llevaron a la cama y le mostraron la lesión medular a la altura de la cadera que le impediría caminar, según le explicaron.

Tenía las piernitas aguadas y delgadas a causa de aquel trastorno que los especialistas identificaron como mielomeningocele, recordó la madre.

A los dos meses lo operaron, pero solamente para quitarle la protuberancia que tenía en la columna, ya que jamás podrá recuperar la movilidad en las piernas, le advirtieron.

Sin embargo, la vida lo dotó del don de la inteligencia y la perseverancia. A medida iba creciendo fue demostrando sus habilidades. No tuvo inconveniente para movilizarse a los dos años en una patineta que luego fue sustituida por su silla de ruedas.

Al principio su madre le ayudaba a subirse y bajarse, pero ahora él la maneja a su gusto y antojo. Ella lo empuja solamente cuando lo lleva y lo trae del colegio que está como a un kilómetro de la casa.

Jefry es uno de los mejores alumnos del colegio bilingüe donde estudia el octavo grado, pero si lo examinaran en el tema del fútbol, también obtendría notas altas porque sabe la trayectoria de los equipos del mundo y de sus grandes astros.

Su favorito es Ronaldo y sus equipos, el Motagua y el Real Madrid, pero tiene una colección de camisetas de otros muchos cuadros que han sobresalido en los mundiales de fútbol.

No se pierde ni uno de los grandes encuentros futbolísticos por la televisión. Dice su madre que cierta vez que jugaban el Real Madrid y la Juventus a la hora que tenía clases, empezó a quejarse de un dolor de piernas para no ir al colegio.

Ella sabía que lo que quería era quedarse frente al televisor y le aceptó la mentira. Al fin y al cabo no sabe faltar a clases.

El muchacho es el segundo de tres hermanos. La familia se sostiene con un negocio de ropa usada que tiene su madre y las raquíticas remesas que el padre envía desde México.

El mayor sueño de Jefry es convertirse en abogado, pero así como está la situación la madre solamente acierta a decir: “Vamos a ver qué dice Dios”.

Este joven no tiene límites para disfrutar de su pasión.