Tras un día trágico, con la noche llegó el frío y subió el temor en Japón, donde las réplicas parecen no tener fin. Devastado, el país se enfrenta a unas de sus horas más difíciles.
La Agencia Meteorológica lanzó otra alerta y advirtió del riesgo “importante” de un nuevo tsunami en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por el sismo de 8.9 grados en la escala de Richter que ayer destrozó gran parte de su territorio.