El empresario Jaime Rosenthal Oliva no asistió ayer a los tribunales de la capital para responder por los delitos de falsificación de documentos y defraudación fiscal en perjuicio de la economía de Honduras que le imputa el Ministerio Público.
Rosenthal, presidente del Grupo Continental y señalado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) de Estados Unidos en el lavado de activos, debía comparecer en audiencia de declaración de imputado ante el Juzgado de Delitos Tributarios de Tegucigalpa.
Su representación la hizo su apoderado legal, Óscar Cálix, quien informó que el juez le comunicó que será hasta el 13 de noviembre que se celebrará la audiencia de declaración de imputado.
“Asistimos a la audiencia para conocer las razones por las cuáles se está citando a mi defendido, quien no se presentó, ya que había sido citado en su casa de habitación en San Pedro Sula, pero la misma fue asegurada por la Oabi”, explicó Cálix.
Informó que Rosenthal emitió un cheque de caja en el juzgado, que paga la cantidad que supuestamente se defraudó. Dijo que el monto ascendería a unos 802 mil lempiras (unos 36 mil dólares), aunque lo defraudado -según el Estado- es de más de 26 millones, más de un millón de dólares. “El cheque no ha sido retirado, no sé por qué razón”, expresó Cálix.