La misión militar en Irak es una 'pesadilla sin un final previsible', por una serie de cálculos equivocados tras la caída de Saddam Hussein, los cuales continúan a la fecha, dijo un ex jefe de las fuerzas encabezadas por EUA.
El teniente general retirado Ricardo Sánchez, quien fue el hispano de mayor rango en Irak y comandó las fuerzas de la coalición durante un año, a partir de junio de 2003, habló de varios errores políticos y militares que a su juicio abrieron el camino a la insurgencia. Entre los errores, Sánchez mencionó la disolución de las fuerzas militares de la era de Saddam, no haber establecido vínculos con los líderes tribales y no haber instaurado rápidamente un gobierno civil tras el derrocamiento del líder iraquí.
Punto
Sánchez consideró que las estrategias actuales representan un 'intento desesperado' de compensar los años de políticas.