24/05/2025
01:03 PM

Investigan si llamadas influyeron en accidente

  • 19 febrero 2011 /

Más hipótesis son analizadas en torno al accidente aéreo del lunes 14 de febrero en el que fallecieron doce pasajeros y dos tripulantes de la aerolínea Central American Airways.

    Más hipótesis son analizadas en torno al accidente aéreo del lunes 14 de febrero en el que fallecieron doce pasajeros y dos tripulantes de la aerolínea Central American Airways.

    Una nueva versión está siendo investigada. Ayer se conoció que algunos pasajeros habrían hecho llamadas telefónicas cuando la aeronave Let 410 estaba en pleno descenso a Toncontín.

    Esto, explicó una fuente consultada, pudo afecatar el buen funcionamiento de los aparatos electromecánicos del avión que se estrelló en el Cerro de Hula en Las Mesitas, Francisco Morazán.

    “Tenemos datos que afirman que se hicieron llamadas (antes de que el avión se estrellara) diciendo (a familiares) que se iban a matar... pedían auxilio”, dijo la fuente vinculada con una investigación y que solicitó el anonimato.

    “Es probable que las personas al entrar en la turbulencia de ese día llamaran a sus familiares, lo que pudo, en vez de ayudar, dificultar el buen funcionamiento de los equipos electromagnéticos de la aeronave”, expresó.

    Prohibición mundial

    Por normas de seguridad mandatorias de la Organización de Aviación Civil Internacional se obliga al personal de sobrecargo que les soliciten a los tripulantes de un avión que apaguen los celulares y todo equipo electrónico antes de despegar y antes de descender.

    Estos aparatos, celulares, iPod, computadores personales, videojuegos y otros emiten señales electromagnéticas que pueden generar confusión o alterar los instrumentos de una aeronave.

    Entonces, analizó la fuente, si entraron en la turbulencia y el pánico se apoderó de ellos, es posible que las llamadas que hicieron afectaron el equipo y eso pudo dificultar más la labor de los pilotos que intentaban salvar la nave y las vidas. Cabe destacar que las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC, aún no han dado una versión oficial en torno a este punto.

    Se mandaron mensajes

    Durante el sepelio de una de las víctimas, uno de los dolientes señaló que su pariente iba intercambiando mensajes de texto con él mientras estaba en pleno vuelo.

    Él detalló que su pariente le escribió que iba en un pequeño avión y que le habían dado un lugar en la ventana.

    El segundo y último mensaje que recibió fue: “qué bonito se ve todo desde aquí”, y le dijo “Dios te bendiga”.

    Al respecto se le consultó a Francisco Argeñal, experto del Servicio Meteorológico Nacional que participa en la investigación, en cuanto a informes sobre llamadas telefónicas desde el avión. “He escuchado un rumor. ¿Ustedes qué saben de eso?”, preguntó a su vez Argeñal.

    También se le consultó al piloto de líneas comerciales Lizandro Quezada qué tanto afectaban este tipo de comunicaciones y respondió que “muy poco, en especial si son mensajes de texto, pero tampoco hay que descartar”.

    Limpian “zona cero”

    Han transcurrido cinco días desde el accidente. En ese tiempo se han conformado tres equipos de investigadores.

    Uno lo financia la empresa dueña de la aeronave accidentada, Central American Airways, otro lo paga Aeronáutica Civil y el tercero depende de los familiares de las víctimas del accidente.

    El amasijo de hierro sigue en la “zona cero” y sólo se han extraído cuatro piezas del avión, entre ellas la grabadora de voz que registró la conversación de los pilotos en los últimos 30 minutos de vuelo.

    Los propietarios de la aeronave comenzaron a limpiar la zona donde yacen los pedazos del avión. Reinaldo Cálix, un poblador de la zona, se encarga de talar los árboles cerca del avión.

    Reconstrucción del vuelo

    Manuel Cáceres, titular de la DGAC, contó ayer que el experto en motores Walter Lubos Hrdina, arribó al país y hoy se hará otra inspección en el lugar de los hechos.

    Hrdina se sumará a Sam Farmiga, de General Motors, para evaluar si la causa del accidente fue mecánica. Los técnicos, junto a la comisión de Aeronáutica Civil, tratarán de sacar los dos motores, afirma un comunicado de la DGAC.

    El primer paso será separar el metal de estas piezas, luego se clasificarán las piezas más importantes como la cabina, las alas y el fuselaje, después se irán colocando paso a paso y formarán el avión. Esto ayudará mucho para verificar otras posibles causas, dice el documento.

    Este procedimiento es lento y requiere tiempo. Si existe contratiempo en el análisis, la empresa que fabricó estos motores se pondrá a disposición para llevarlos a la Agencia Especializada de Aviación con autorización de esta Dirección General, concluye el comunicado.

    Se le consultó a Cáceres si la versión de uno de los grupos de investigadores es cierta en cuanto a que un motor estaba apagado al momento del percance y respondió que “he pedido que no se genere incertidumbre... no son gente que tiene la especialidad en motores... hay que esperar el informe”.

    Agregó que la grabadora de voz aún está en el país. Cáceres detalló que la grabadora puede ser enviada a Estados Unidos o la República Checa. Se debe nombrar un custodio dentro de la comisión investigadora para que traslade la grabadora.

    La siguiente semana, la DGAC planea hacer un ensayo con un avión con características similares al Let 410 para “reproducir el vuelo del avión, especialmente cuando empezó el descenso, para recrear todas las condiciones que se dieron”, informó Cáceres.