Con cámaras de seguridad de circuito cerrado, marcos detectores de metales, rayos x para vehículos y minuciosos registros personales, la Secretaría de Seguridad garantizará que la investidura del presidente electo Porfirio Lobo Sosa, se desarrolle sin inconvenientes.
Ayer, a fin de evaluar cómo va la instalación de mecanismos de seguridad, el próximo ministro de Seguridad, Óscar Álvarez, realizó un recorrido junto a Armando Calidonio. Ambos con la inspección ‘in situ’ terminaron de definir el plan estratégico que implementarán antes, durante y después de la ceremonia presidencial del 27 de enero.
Al grupo de inspección se unieron miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. “Lo que hicimos fue ver todo el dispositivo, garantizar que esté implementado de la manera en que fue planificado y nosotros estamos en este momento verificando que todo está a conformidad”, afirmó Álvarez.
“Cinco mil elementos van a haber involucrados sólo en Tegucigalpa, con una nueva modalidad que no van a ser tres anillos de seguridad, sino cinco”, reiteró.
Álvarez aseguró que habrá fuerte dispositivos de seguridad, con agentes policiales y militares, en diez ciudades de Honduras.
Seguridad encubierta
Dentro del Estadio Nacional serán desplegados 200 policías y militares encubiertos.
En las afueras de la instalación deportiva y en cada una de las 12 entradas habrá pelotones combinados.
Serán éstos los encargados de hacer un registro minucioso a todas las personas que ingresen a las graderías.
En cada portón habrá patrullas, motorizadas, camiones policiales y militares que serán usados en caso de emergencia.
A pocos metros de las entradas al Estadio Nacional, se tiene planificado colocar el tercer anillo de seguridad, con presencia en puntos estratégicos como Diapa, La Isla, Plantas Tropicales y El Birichichi.
Registros serán minuciosos
Para ingresar al Estadio Nacional se harán los registros de rigor.
No se permitirá el ingreso de objetos que puedan poner en peligro la integridad de las personas, ni mucho menos armas de fuego o cortopunzantes. Se podrá ingresar banderas pero sin palo, tubo o cualquier otro objeto que pueda ser usado como arma blanca.
La seguridad se extenderá en las entradas de la ciudad. Las postas serán comandadas por 200 oficiales de policía e igual número de oficiales militares.
Fuentes policiales informaron que también se dispondrá de francotiradores en puntos estratégicos y el cuerpo Antibombas hará un registro minucioso del estadio y de todas las localidades previstas para los actos especiales de toma de posesión.
Para vigilar a la concurrencia, también se han instalado cámaras de seguridad.
Avanzadas de seguridad de los dignatarios que asistirán a la investidura de Lobo también han hecho sus propios reconocimientos en la capital.