Un incendio de grandes proporciones devoró este viernes al menos la cuarta parte del mayor centro de compras en la capital nicaragüense, que alberga grandes, medianos y pequeños negocios de todo tipo, y las autoridades movilizaron a policías y soldados para ayudar a los bomberos.
Unos 300 negocios en el Mercado Oriental, localizado en el sector noreste de Managua, fueron arrasados por las llamas que se desataron hacia la medianoche del jueves sin que se conozcan las causas, según las autoridades.
Centenares de comerciantes en medio del fuego, humo y chorros de agua de los bomberos, intentaban con desesperación rescatar parte de la mercadería, en hombros, carretillas y camionetas.
Muchas personas acudieron en auxilio de amigos que poseen negocios para salvar parte de la mercancía, que guardan en pequeños espacios construidos con madera y cinc, lo que asemejaba a hormigas en una febril labor.
Centenares de policías y soldados fueron desplazados a la zona para labores de seguridad y evitar acciones delictivas.
El Mercado Oriental, que ocupa unas 28 hectáreas, alberga negocios como ferreterías, tiendas de electrodomésicos, ropa, calzado, utensilios plásticos, alimentos, hortalizas, frutas, entre otros productos.
Casi 12 horas después de iniciado el fuego los bomberos habían logrado concentrarlo en una zona del mercado, cuyas calles de acceso estaban cerradas por múltiples puestos de ventas ambulantes, que también ocultaban la localización de los hidrantes.
El centro de compras donde la mayoría de los nicaragüenses acuden a realizar sus compras al por mayor y al detalle, y a precios más bajos, es una válvula de escape al pavoroso desempleo que cubre a cerca del 50% de la población económicamente activa, estimada en unos dos millones de personas.
La expansión del fuego fue favorecida en parte por la cantidad de plantas eléctricas de emergencia, a causa de apagones que son frecuentes en ese centro de comercio, y cuyos tanques de combustible explotaban al avance de las llamas.
'Eso esta deshecho, en cenizas, irrecuperable todo (...) esto (el mercado) era una bomba de tiempo, sobre todo porque Unión Fenosa (empresa de electricidad) quita la luz sin aviso y alguien al marcharse pudo haber olvidado desconectar la corriente', dijo una comerciante que clamaba ayuda del gobierno para continuar su negocio.
Una densa capa de humo que se alzaba sobre la zona del siniestro se podía ver desde los cuatro costados de la capital y barrios cercanos al Mercado Oriental eran afectados por la toxicidad del humo.
El presidente Daniel Ortega acudió al lugar cuando los bomberos aún luchaban contra las llamas que se propagaban con rapidez en el centro de compras, considerado uno de los más grandes de Centroamérica.
'Hay que dar gracias a Dios que no hay pérdidas de vidas (...) no ha habido pánico, la gente ha actuado con madurez y responsabilidad', dijo el mandatario durante el recorrido por la zona siniestrada que abarca unas siete hectáreas.
Ante la importancia del Mercado Oriental para el empleo, Ortega dijo que el gobierno va a evaluar los daños para 'buscar acciones rápidas para poner en pie al mercado, buscar como normalizar la situación, hay que reconstruir con un sentido de seguridad'.