Desde diciembre del año pasado están cerradas las oficinas del Instituto Nacional Agrario (INA) en la capital, porque sus autoridades les dieron asueto a todos los empleados.
Mucha gente que viene del interior a hacer trámites a la oficina central se encuentra con la noticia de que está cerrada, cosa que nunca había ocurrido.
Mientras el resto del gobierno está trabajando, los empleados del INA se fueron de vacaciones desde el 21 de diciembre del año pasado y regresarán el lunes 14 de enero, se confirmó.
El puente del 24 y 31 de diciembre concedido por el Gobierno a sus empleados, a cambio de vacaciones, parece que en el INA lo “interpretaron mal” dando a sus empleados casi cuatro semanas libres.
Antes de autorizar el prolongado e inusual asueto a sus empleados, el director de la institución agraria, César Ham, firmó varios despidos especialmente de empleados que laboraban por contrato, según informó uno de los afectados.
Se intentó conocer la versión del director Ham; el jefe de Recursos Humanos, Mauricio Aguilar, y el presidente del sindicato, Luis Santos, pero ninguno respondió. Al parecer
todos están de vacaciones.
En los portones del INA solo algunos guardias permanecen en espera de sus compañeros.
Dirigentes campesinos cuestionaron el cierre de las oficinas del INA como si los problemas agrarios, que son muchos, ya estuvieran resueltos.
El año pasado, decenas de campesinos del Bajo Aguán murieron víctimas de un conflicto agrario que el INA solo ha resuelto a medias.
Está pendiente la entrega de otras seis mil hectáreas de tierra, según el compromiso asumido por el Gobierno en abril de 2010.
Después de la crisis de 2009 provocada por Manuel Zelaya, el INA estuvo cerrado casi seis meses.