Las mismas reacciones que toman los vendedores en San Pedro Sula, las tienen los buhoneros en la capital.
Quema de llantas, gritos, insultos y el movimiento sorpresivo de más de 300 vendedores que amenazaban con enfrentarse a golpes con los agentes de la policía es tan solo parte del caos que se vivió en las primeras horas de ayer en el área de los mercados de Comayagüela.
Las autoridades municipales aún no encuentran la forma de ordenar a los comerciantes ambulantes, quienes por décadas se han apoderado de las calles, pues los intentos de desalojo nunca se concretan.
Motín
El caos inició al momento en que unos 240 elementos de la Policía Nacional, de forma conjunta con 25 miembros de la policía municipal y varios inspectores, procedían a desmantelar las tarimas y puestos de ventas que impiden la libre circulación de vehículos a lo largo de la quinta avenida.
El desarme de los locales de forma intempestiva provocó la ira de los comerciantes, quienes se tomaron las entradas de las tiendas, pues amenazaban con no permitir que los dueños de las negocios realizaran sus actividades.
Los primeros en ser desalojados fueron los locatarios apostados en las cercanías de la escuela Lempira, quienes de inmediato alertaron al resto de buhoneros.
Los grupos de comerciantes se aglomeraron frente a las cuadrillas policiales, a quienes insultaban y lanzaban amenazas de que correría la sangre si continuaban con el operativo, por lo que después de varios minutos de oponerse al reordenamiento lograron llegar a un acuerdo con las autoridades.
Compromiso
El compromiso de los buhoneros fue de aceptar un metro cuadrado de la orilla de la calle como local para expender sus mercancías durante la época navideña.
Sin embargo, al finalizar la Navidad comenzarán los operativos con el fin de reordenar las calles, ya que los buhoneros se han apoderado de las vías y esto desde ya es ilegal, manifestó José Gálvez Flores, jefe administrativo de la Estación Metropolitana.
El dispositivo era dirigido al decomiso de las carretas de mano, ya que obstaculizan más el libre tránsito sumado a que en diciembre salen más vendedores ambulantes a comercializar sus productos, dijo el comisario.
“Nosotros nos resistimos a salir de las calles y a que nos lleven nuestras mercaderías, ya que cuando vamos a reclamarlas nunca nos entregan lo que nos han quitado”, denunció Tania García, una de las vendedoras.
Según la comerciante, el anuncio de ser reubicados en la séptima avenida es otro de los puntos en discordia, debido a que en el sector reina la prostitución y la delincuencia es mayor.