San Pedro Sula, Honduras.
Tras una larga enfermedad con varios altibajos ayer dejó de existir en esta ciudad el periodista y catedrático Amílcar Santamaría, quien se distinguió en su carrera profesional por defender la libertad de prensa, respaldar la Constitución y oponerse a las distintas formas de dictadura.
La noche de la Navidad estuvo muy alegre compartiendo en casa con su esposa y sus hijos, pero el 31 de diciembre lo pasó en una clínica privada agobiado por una dolencia crónica.
Su esposa Zonia Ramírez relató que al reemplazarle un marcapasos en esa clínica se recuperó asombrosamente y salió muy contento, pero recayó el 24 de enero y ya no volvió a recobrar su salud.
“Perdió su batalla física por la vida, pero ganó otra por la paz eterna”, dijo su cuñado Mario Ramírez al enterarse de su deceso en un centro asistencial privado de la ciudad.
El excatedrático universitario Jesús Collantes expresó que “ a Amílcar Dios le dio talentos extraordinarios con el mandato expreso de hacerlos fructificar. Su pensamiento como su estilo siempre fueron claros y diáfanos y la pluma y la palabra fueron la llave que le abrieron casi todas las puertas”.
Revelaba una extraordinaria facilidad de expresión en los programas radiales y foros televisivos a los que era invitado, y una nítida redacción en sus sesudos artículos de opinión. Sus colegas dicen que era capaz de escribir un editorial en solo diez minutos.
En 2009, el Congreso Nacional de la República entregó pergamino y medalla de oro al periodista por defender la democracia y la paz con su pluma brillante. Ese fue solo uno de los muchos homenajes que recibió en su trayectoria de éxitos profesionales, entre ellos el premio álvaro Contreras que otorga el Colegio de Periodistas de Honduras, del cual fue uno de sus fundadores.
También fue el primer rector de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH ) y uno de los transformadores de la Escuela Superior del Profesorado Francisco Morazán en Universidad Pedagógica. “Las paredes de la casa están tapizadas de reconocimientos y medallas”, comenta la apesarada viuda, quien destaca además su calidad de persona como esposo y padre. “Me dijo mil veces que fui la mejor bendición que Dios le dio”.
Precisamente, hoy cumplirían 37 años de casados, dijo. De esa unión nacieron Zonia Julieta, quien reside en Inglaterra, y Noel Alejandro, quien como su padre fue catedrático universitario.
Amílcar Santamaría formó parte de Diario LA PRENSA y fue columnista en varios medios de comunicación, entre ellos La Tribuna.
Su defensa del Gobierno de derecho le llevó o en dos ocasiones a la cárcel, durante el régimen militar y a un período de exilio en Chile.
Gracias a su talento y sus buenas relaciones ostentó diferentes cargos públicos, entre ellos el de vicecanciller durante la administración del expresidente Carlos Roberto Flores.
Tras una larga enfermedad con varios altibajos ayer dejó de existir en esta ciudad el periodista y catedrático Amílcar Santamaría, quien se distinguió en su carrera profesional por defender la libertad de prensa, respaldar la Constitución y oponerse a las distintas formas de dictadura.
La noche de la Navidad estuvo muy alegre compartiendo en casa con su esposa y sus hijos, pero el 31 de diciembre lo pasó en una clínica privada agobiado por una dolencia crónica.
Su esposa Zonia Ramírez relató que al reemplazarle un marcapasos en esa clínica se recuperó asombrosamente y salió muy contento, pero recayó el 24 de enero y ya no volvió a recobrar su salud.
“Perdió su batalla física por la vida, pero ganó otra por la paz eterna”, dijo su cuñado Mario Ramírez al enterarse de su deceso en un centro asistencial privado de la ciudad.
El excatedrático universitario Jesús Collantes expresó que “ a Amílcar Dios le dio talentos extraordinarios con el mandato expreso de hacerlos fructificar. Su pensamiento como su estilo siempre fueron claros y diáfanos y la pluma y la palabra fueron la llave que le abrieron casi todas las puertas”.
Revelaba una extraordinaria facilidad de expresión en los programas radiales y foros televisivos a los que era invitado, y una nítida redacción en sus sesudos artículos de opinión. Sus colegas dicen que era capaz de escribir un editorial en solo diez minutos.
En 2009, el Congreso Nacional de la República entregó pergamino y medalla de oro al periodista por defender la democracia y la paz con su pluma brillante. Ese fue solo uno de los muchos homenajes que recibió en su trayectoria de éxitos profesionales, entre ellos el premio álvaro Contreras que otorga el Colegio de Periodistas de Honduras, del cual fue uno de sus fundadores.
También fue el primer rector de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH ) y uno de los transformadores de la Escuela Superior del Profesorado Francisco Morazán en Universidad Pedagógica. “Las paredes de la casa están tapizadas de reconocimientos y medallas”, comenta la apesarada viuda, quien destaca además su calidad de persona como esposo y padre. “Me dijo mil veces que fui la mejor bendición que Dios le dio”.
Precisamente, hoy cumplirían 37 años de casados, dijo. De esa unión nacieron Zonia Julieta, quien reside en Inglaterra, y Noel Alejandro, quien como su padre fue catedrático universitario.
Amílcar Santamaría formó parte de Diario LA PRENSA y fue columnista en varios medios de comunicación, entre ellos La Tribuna.
Su defensa del Gobierno de derecho le llevó o en dos ocasiones a la cárcel, durante el régimen militar y a un período de exilio en Chile.
Gracias a su talento y sus buenas relaciones ostentó diferentes cargos públicos, entre ellos el de vicecanciller durante la administración del expresidente Carlos Roberto Flores.