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Hondureña y su esposo piden ayuda para regresar a Honduras

  • 13 junio 2015 /

Ciudad de México.

La aventura mexicana terminó en pesadilla para un matrimonio formado por un salvadoreño y una hondureña. Instalados en la localidad de Ángel Albino Corzo, en Chiapas, el marido, de 51 años, regentaba un taller mecánico pero tuvo que cerrarlo tras sufrir siete robos y varias extorsiones.

Marcial Antonio Ramos no pudo recuperar la inversión de su negocio porque le despojaron de todas las herramientas. Entonces, decidió regresar al país natal de su esposa, Marta Catalina Ulkua, de 33 años. Al carecer de dinero, inició una protesta simbólica colgando carteles a lo largo del bulevar de la localidad explicando su caso y reclamando una ayuda para sufragar los gastos del viaje. “Somos migrantes, estamos cansados de anadar huyendo por una extorsión que nos hicieron”, reza la pancarta.

Ramos explicó a El Universal que acudió a la Fiscalía especializada en Delitos contra los Migrantes para contar su caso pero su petición fue denegada.

Lo que más preocupa al matrimonio es la salud de su bebé de 22 meses, nacido en México. Tras abandonar su casa por carecer de dinero para el alquiler, Marcial y su esposa buscaron refugio en un albergue para migrantes donde solo les ofrecieron cobijo para dos noches.

Desde entonces, duermen en los corredores del Centro Cultural de la ciudad mientras agurdan una solución a su problema.

El salvadoreño asegura que solo quiere “un poquito de dinero para regresar a Honduras y poder sobrevivir con lo poquito que ganemos allí porque en México la delincuencia me obligó a irme”.