El inicio del año lectivo 2025 que estaba previsto para que iniciara este martes en las aldeas Quebrada de Arena, Quebrada de Agua y San José de Corrales, en el municipio de Tocoa, departamento de Colón, fue suspendido de forma presencial, mientras se solucione el conflicto entre campesinos por la disputa de tierras en la zona.
Campesinos de las cooperativas Camarones, Tranvío y El Chile, aglutinadas a la Plataforma Agraria, han estado en enfrentamiento con un grupo de pobladores de la aldea Quebrada de Arena. Ambos grupos se disputan varias manzanas de tierra cultivadas con palma africana.
Los socios de estas cooperativas campesinas se han apostado en campamentos en las fincas de palma africana para evitar que los pobladores de Quebrada de Arena las tomen. Cuando estos últimos intentan desalojarlos se inician los enfrentamientos.
En dichos enfrentamientos han resultado varios campesinos heridos de bala. El domingo en la noche se registró una balacera entre grupos de hombres de la aldea Quebrada de Arena y policías, como resultado varios agentes policiales heridos.
Estos campamentos están contiguos al instituto Fausto Castillo Suazo y en los alrededores del colegio se registran los ataques entre ambos grupos. Para los padres de familia es un riesgo enviar a sus hijos a clases, por lo que el personal docente se han visto obligados a suspender el inicio de clases y han pedido hacerlo virtual.
Lo mismo ocurre en la escuela Lempira de Quebrada de Arena y el resto de los centros educativos de aldeas aledañas como Quebrada de Agua y San José de Corrales.
“De acuerdo al problema que enfrenta nuestra comunidad, decidimos reunirnos los directores de los cuatro centros educativos de las aldeas aledañas. Hicimos una solicitud a la Departamental de Educación para ver si nos permiten trabajar de manera virtual para enviar tareas y que trabajen en casa para ir avanzando”, manifestó Walter Maradiaga, docente del colegio Fausto Castillo Suazo.
“Pedimos paz porque aquí frente al colegio hubo un enfrentamiento bien fuerte y así no podemos traer a los niños. Los padres de familia no confían en estos momentos de mandar a sus hijos a la institución”, dijo Enma Jiménez, docente de Quebrada de Arena.
