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Honduras: Técnicos encuentran la grabadora

  • 16 febrero 2011 /

A 24 horas de ocurrido el accidente del vuelo 731, que de San Pedro Sula conducía a la capital, el epicentro de la tragedia evocaba una escena de película de terror.

Frío, neblina y fuerte viento. El clima ayer sobre la cima del cerro de Hula era implacable en el centro de Honduras. Según los vecinos de Las Mesitas, no varió en nada en relación con el del día de la catástrofe aérea en que perdieron la vida 14 personas cuando se estrelló el avión de la aerolínea Central American Airways.

A 24 horas de ocurrido el accidente del vuelo 731, que de San Pedro Sula conducía a la capital, el epicentro de la tragedia evocaba una escena de película de terror.

La neblina gobernaba e imponía como un tirano un toque lúgubre al lugar que volvió a convertirse en un escenario de muerte.

El amasijo de hierro azul yacía a los pies de los pinos que el día anterior frenaron el vuelo y la vida de 14 personas.

Así se puede resumir el ambiente de la mañana de ayer en la montaña de Las Mesitas, Santa Ana, donde se estrelló el Let 410 el lunes a las 8.02 de la mañana, aproximadamente.

Dos miembros de la Policía Nacional hacían guardia en espera de la llegada de las autoridades de Aeronáutica Civil que iban a hacer el peritaje con el fin de encontrar la caja negra de la aeronave.

Encuentran la grabadora

La comisión llegó cerca de las 10.00 am y los rayos del sol apenas comenzaban asomar. La temperatura había subido de 13 grados, registrada a las 7.30 am, a 15.

La primera en hacer la inspección fue la empresa de seguros. No ofreció declaraciones. Luego los miembros de Aeronáutica Civil y de la Fuerza Aérea Hondureña hicieron su trabajo.

Fueron dos horas de fotografías y anotaciones. Las piezas del avión permanecieron intactas. Se dijo que se esperaría el arribo de peritos expertos en Let 410, programado para hoy, para comenzar el desmontaje de las piezas.

Pero después del mediodía, cuando casi todos los medios de comunicación habían abandonado el lugar, el personal técnico procedió a desmontar la pieza clave para esclarecer las causas del accidente: la grabadora de vuelo.

Este instrumento es similar a lo que se conoce como “caja negra” (para grandes aviones), con la diferencia que está hecha para viajes cortos. También se le conoce como play data.

Según explicaciones técnicas, la grabadora del Let 410 tiene menos memoria para grabar las conversaciones en la cabina. En este caso, sólo registra 30 minutos de conversación, explicó un técnico de la Fuerza Aérea que pidió el anonimato.

Los vuelos de San Pedro Sula a Tegucigalpa duran entre 40 y 45 minutos. Entonces, explicó el técnico, el grabador de vuelo borra los primeros minutos registrado al iniciar el vuelo y va grabando lo último que ocurre.

Manuel Cáceres, director de Aeronáutica Civil, no se atrevió a estimar el tiempo límite para tener los informes que revelen los motivos del accidente.

El contenido de la grabadora de vuelo será revelado por la casa matriz y fabricante de los aviones Let 410. Eso significa que la caja (color naranja) sería enviada a Europa y posteriormente el informe, con la transcripción se entregaría a Aeronáutica Civil.

Junto a la grabadora de voz se desmontó el radio localizador de emergencia de la aeronave y otros dos objetos, de los que no se ofrecieron detalles.

El lunes hubo turbulencia

Jorge Martínez Detari, experto en accidentes aéreos y empleado de Aeronáutica, contó que las investigaciones se orientan a identificar una de las tres causas posibles del accidente: falla humana, técnica o el clima.

Desde el día del accidente se ha manejado la posibilidad de que el clima haya tenido incidencia en la tragedia.

Ayer se pudo constatar que el viento sopla fuerte y la visibilidad es escasa en el lugar.

Francisco Argeñal, experto del Servicio Meteorológico Nacional, llegó al lugar para medir la velocidad del viento y hacer estudios y adelantó que el día del accidente hubo “turbulencia fuerte”.

El lugar del accidente se encuentra a un kilómetro de distancia de donde se construye un parque de generación de energía eólica, es decir producida por viento.

Definitivamente aquí se producen los vientos más fuertes de Las Mesitas, con la característica que pueden ser paralelos y horizontales, es decir, hacia abajo, arriba o los lados, acotó Fernando Ulloa, otro experto de Aeronáutica.

Versiones de socorristas

En la comunidad de Las Mesitas, varios de los vecinos que prestaron auxilio inmediato a las víctimas del accidente narran lo que el piloto Óscar Anderson les dijo antes de expirar camino al hospital de Ojojona.

Uno que cuenta lo que dijo el malogrado capitán de vuelo es el policía Sánchez, que afirma haber auxiliado al piloto de la nave. Él relató que le escuchó decir al piloto “que sentía un gran frío en el cuerpo, que venía piloteando la nave y se le apagó”.

Al consultarle sobre esa posibilidad, el director de Aeronáutica solicitó esperar los informes finales.

Algunos expertos consultados consideran que esa teoría puede tener lógica, considerando que no se produjo incendio luego del choque.
Ulloa, el experto de Aeronáutica, argumentó que no hubo fuego porque el avión se estrelló con una superficie de tierra y lodo, donde el roce del hierro difícilmente puede generar chispa y encender el combustible derramado.

Aeronáutica carece de medidores de viento

Tegucigalpa. El Servicio Meteorológico Nacional no cuenta con el equipo necesario para medir la velocidad del viento, lo que dificulta advertir a los pilotos sobre peligros de la naturaleza.

El director de Aeronáutica Civil, Manuel Cáceres, contó que se tienen diálogos con el ministro de Soptravi, Miguel Pastor, para adquirir este nuevo equipo.

Francisco Argeñal, experto del Servicio Meteorológico Nacional, estimó que ese equipo tiene un valor entre 600,000 y un millón de dólares, es decir, cerca de 19 millones de lempiras.

Ambos funcionarios reconocieron que se debe fortalecer la infraestructura para tener mejores pronósticos y hacer alertas tempranas para evitar accidentes aéreos.

El director de Aeronáutica detalló que se recurre a diferentes técnicas para establecer velocidades de viento y otras situaciones relacionadas con los cambios climatológicos.