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Existe grave problema de salud mental en adolescentes de SPS

  • 14 octubre 2017 /

Una investigación realizada en cinco colegios de la ciudad indica que los jóvenes que practican la autolesión no suicida sufren muchos trastornos mentales como la bipolaridad

Tegucigalpa, Honduras.

Pedronel González Rodríguez, doctor en psicología clínica y salud mental, después de hacer una investigación en institutos de educación bilingüe de San Pedro Sula concluyó que gran parte de los adolescentes se autolesiona para canalizar la frustración y llamar la atención de sus padres.

González, quien tiene un consultorio en el Hospital del Valle, realizó la investigación entre un grupo de 437 estudiantes de cinco colegios bilingües y encontró que alrededor del 25% ha practicado la autolesión no suicida.

De ellos, “120 dijeron que sí se habían autolesionado. Las autolesiones más comunes son los cortes superficiales en la piel, hurgarse una herida, golpear la pared con ánimos de hacerse daño, morderse el labio con intención de lastimarse para canalizar la frustración que llevan adentro”, dijo el especialista de origen colombiano.

La investigación, publicada por la la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, y presentada la semana anterior en El Salvador, expone que detrás de la autolesión no suicida existe una serie de trastornos psicológicos.

“Por lo general, un muchacho que se autolesiona es un muchacho que tiene frustración, que no ha sabido cómo exteriorizarse, son muchachos que tienen conflictos con su familia, con sus amigos y la única forma con la que logran exteriorizarse es haciéndose daño”, explicó.

En una entrevista con LA PRENSA, el especialista advirtió que “los muchachos que se autolesionan tienen más probabilidad de cometer un suicidio”.

“Son dos cosas diferentes: la autolesión no suicida y el acto suicida. En la autolesión no suicida, el muchacho no tiene intención de quitarse la vida. Pero hay estudios que dicen que el suicidio está correlacionado con la autolesión no suicida”, dijo.

La investigación de González Rodríguez determinó que el 24% de estos adolescentes han experimentado episodios hipomaníacos, 27.5% trastorno negativista desafiante actual y un 25% trastorno obsesivo compulsivo.

“Este estudio descubrió que un joven que se autolesiona no solamente tiene la autolesión, puede tener otros trastornos mentales: puede estar deprimido o puede tener trastorno bipolar”, ejemplificó.

González espera que su estudio sea considerado por las autoridades de la Secretaría Salud con la intención de tomar medidas de prevención y por los maestros de todos los centros educativos para que se enteren de que existe un problema grave de salud mental en los jóvenes.

“Cuando una persona dice que no quiere vivir, que es mejor estar muerta, no le ponen la suficiente atención porque dicen que el que se va a matar no avisa. Ese es un error. La persona, cuando dice eso, está pidiendo ayuda, es un grito de ayuda”, dijo Gonzáles.

él recomienda a las familias “no tener miedo” a tratar este tema, y agregó que “los factores estresantes (sociales) desencadenan muchos trastornos”.