03/12/2024
12:01 AM

“Don H” apela para anular cadena perpetua en Nueva York

El narcotraficante hondureño Héctor Emilio Fernández Rosa fue condenado en 2019 en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, EEUU

San Pedro Sula, Honduras.

El narcotraficante hondureño Héctor Emilio Fernández Rosa, también conocido como “Don H”, ha apelado la sentencia de cadena perpetua impuesta en 2019 por tráfico de drogas en la Corte Sur del Distrito de Nueva York, Estados Unidos.

Este sábado se informó que la corte neoyorquina ha ordenado a Fernández Rosa presentar una declaración antes del 30 de marzo de 2023 para justificar por qué su solicitud, fechada el 30 de octubre de 2022, pero recibida el 19 de enero de 2023, no fue entregada a tiempo.

Fernández Rosa ha denunciado que el personal de la instalación donde se encuentra rechazó el correo que contenía su moción inicial de la sección 2255, lo que lo llevó a presentar otra moción a través del sistema de correo de la prisión el 30 de octubre de 2022.

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Por esto el tribunal ha ordenado que se presenten documentos y declaraciones juradas de testigos antes del 17 de julio de 2023, que aclaren cuándo y cómo envió sus mociones por correo.

El 2 de agosto de 2019, “Don H” fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos por distribuir más de 150 toneladas de drogas.

En 1998, Fernández Rosa se involucró en el tráfico de drogas en Honduras como parte de un grupo que distribuía alrededor de cinco toneladas de cocaína al año. A partir de 2003, asumió un rol gerencial y aumentó la distribución a aproximadamente 10 toneladas anuales hasta al menos 2013.

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Según las autoridades estadounidenses, Fernández Rosa coordinó el pago de sobornos a miembros de la Policía Nacional de Honduras y a un oficial militar para asegurar el transporte de grandes cargamentos de drogas. Además, en 2005, junto con otros conspiradores, pagó más de $2 millones a un candidato presidencial hondureño para instalar a uno de sus aliados como Viceministro de Seguridad en Honduras.

Entre 2008 y 2010, Fernández Rosa diversificó sus actividades al participar en la importación de efedrina en el puerto de Puerto Cortés en Honduras. En colaboración con miembros clave del Cartel de Sinaloa, contribuyó a la fabricación de metanfetaminas en Honduras y Guatemala, que luego eran transportadas al norte por tierra y exportadas a los Estados Unidos, al igual que la cocaína.

En noviembre de 2008, después de una incautación de efedrina en Francia, Fernández Rosa ordenó el asesinato del congresista hondureño Mario Fernando Hernández Bonilla. Este asesinato es uno de los 19 atribuidos a Fernández Rosa. Además, en 2013, coordinó un ataque que resultó en la muerte del objetivo principal y de aproximadamente nueve víctimas adicionales.