Miles de hondureños se volcaron desde el pasado fin de semana a montañas, lagos y otros lugares turísticos abiertos para aprovechar una rendija en el confinamiento impuesto desde marzo para contener el avance de la pandemia del coronavirus.
En el marco de una lenta y gradual reapertura de la economía local, que el Gobierno hondureño realiza en varios sectores a pesar del avance de la epidemia, el turismo tuvo un repunte y uno de los lugares más visitados es el Lago de Yojoa.
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Yojoa forma parte de una serie de atracciones turísticas que integran la llamada Ruta de los Lagos, dentro de las que figuran la catarata de Pulhapanzak -con una caída de agua de unos 50 metros-, la represa de El Cajón y el sitio arqueológico precolombino de Los Naranjos.
Berta Pineda, administradora de la Finca y Hotel Las Glorias, señaló que reabrió con una ocupación del 70% por ser un lugar espacioso a la orilla del lago ubicado entre montañas, donde aseguró que los visitantes encuentran condiciones de seguridad sanitaria.
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Este fin de semana se espera que los hondureños aprovechen los salvoconductos del sector turismo, como reservas de hoteles, para viajar a Tela y Omoa, dos ciudades turísticas que pasaron el domingo anterior a fase uno, lo que les permite tener abierto hoteles y comercio en general.
Las autoridades y empresa privada de Trujillo en Colón esperan que el municipio salga de la fase cero, pues aseguran que se encuentran listos con las medidas de bioseguridad para atender a los turistas que lleguen a esa zona del Caribe.
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