Seis nuevos cables de WikiLeaks divulgados ayer por el diario español El País revelan que el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, notificó de una supuesta corrupción del gobierno interino de Roberto Micheletti en la firma de un contrato hidroeléctrico.
Llorens dice en su informe fechado el 20 de febrero de 2010 que “Micheletti aprovechó la confusión provocada por la crisis política tras el golpe de Estado para adjudicar contratos poco transparentes y sin ningún beneficio para el Estado”.
Los otros cinco nuevos asuntos divulgados en los cables son las comunicaciones entre el embajador Llorens y el presidente Porfirio Lobo, la acusación contra militares por la destitución de Zelaya, el cable en el que EUA pide a Lobo que destituya al jefe del Ejército Romeo Vásquez Velásquez, la insistencia de EUA en el relevo del jefe del Ejército y el cable en que se informa de Zelaya.
Concesión de hidroeléctrica
Según los cables atribuidos al embajador Llorens, un mes después de la salida de Zelaya Rosales del Gobierno, el diplomático escribía: “Mientras el presidente de facto Roberto Micheletti y sus colegas se retrataban a sí mismos como profesionales de un Gobierno honesto y eficiente, ellos parecen haber amañado tratos en la sombra que eran mayúsculos incluso para los estándares locales.
La aprobación de un gran contrato hidroeléctrico con tan escaso beneficio para el Estado, justo una semana antes de que el régimen deje la oficina, es el principal ejemplo. Miembros del Congreso y otros que en tiempos normales habrían ejercido control estaban distraídos por la crisis política y las elecciones”.
“Según las fuentes de la embajada, Micheletti fue uno de los socios hondureños que facilitaron la concesión”, indicaba el cable fechado el 20 de febrero de 2010. “Los principales facilitadores fueron -José Alfredo- Saavedra, el ministro de Obras Públicas de Micheletti, Saro Bonano, y los íntimos de Micheletti, Johnny Kafati y Roberto Turcios. Es inconcebible que este contrato pudiera haberse conseguido sin el conocimiento de Micheletti”.
Llorens se refería a la concesión de la licencia de explotación de la represa José Cecilio del Valle a un consorcio hondureño-italiano del que el propio Micheletti era socio, según publica el diario El País.
La adjudicación del contrato generó una controversia en el país, pues aparecieron dos impresiones de La Gaceta con número 32,120, ambas de fecha 22 de enero de 2010.
En la primera edición de 32 páginas aparecen varios decretos, entre ellos el 293-2009 que aprueba el contrato de concesión para el mejoramiento, operación y explotación de la central hidroeléctrica de Nacaome. Posteriormente apareció una edición, de solamente 16 páginas, con la diferencia de que se suprime el decreto del contrato de concesión de la represa.
Llorens reflexionó en el documento que “la concesión en sí es un problema más grave” que la supuesta falta de transparencia. “José Alfredo Saavedra… presidía el Congreso en el momento que el proyecto de ley fue aprobado y ha restado importancia a las sugerencias de impropiedad”.
El cable señala que Llorens se mostraba confiado porque Pepe Lobo había prometido revisar esos contratos.
Salida de Romeo Vásquez
El artículo escrito por el periodista Francisco Perejil revela que tras ganar las elecciones de noviembre de 2009, Pepe Lobo decidió irse de vacaciones a Nueva Orleans. Al regresar, acudió a la embajada el 4 de enero de 2010 y le agradeció a Hugo Llorens que hubiese notificado su visita a la seguridad diplomática de EUA, con lo que pudo disfrutar de relativo anonimato y prescindir de gran parte de la seguridad que le correspondía llevar como Presidente electo de Honduras.
El embajador le dijo que tenía que insistir a Micheletti para que se vaya “inmediatamente” y dejase paso a un Gobierno de unidad nacional. Estados Unidos le ofrecería incentivos para dejar el Gobierno, pero en caso de que no lo hiciera le retiraría el visado, según el diario español.
Lobo reconoció que él no era ningún experto en seguridad y le pidió al embajador que le recomendara algunos nombres para el ministerio. El diplomático le prometió ayuda. Pero el embajador entró de lleno en un tema que durante las semanas siguientes iba a ocasionarle bastante trabajo: el caso del general Vásquez Velásquez, relata el diario El País.
“-El embajador- hizo notar que había oído que el jefe de Estado Mayor de Defensa, Romeo Vásquez Velásquez, estaba presionando duramente para ser nombrado ministro de Defensa y esto sería visto muy negativamente por la comunidad internacional, dado el papel que desempeñó Vásquez en el golpe (...). Lobo dijo que Vásquez estaba en su lista para ministro de Defensa y que él no había considerado las implicaciones internacionales de tal nombramiento, pero veía claramente el argumento del embajador. Lobo dijo que no lo nombraría”.
Días después, el 23 de enero, Lobo informó al embajador de que le había ofrecido a Vásquez Velásquez un puesto al frente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, “donde su gestión de capacidad sería de gran ayuda”. El embajador señaló que “nombramientos de personas para puestos en el gabinete que habían tenido vínculos directos con el golpe dañarían su gobierno y sus propios esfuerzos para restaurar los lazos fuertes con la comunidad internacional”.
Mientras tanto, Vásquez Velásquez continuó al mando del Ejército. El 14 de febrero de 2010, el diplomático recibió en su embajada durante 90 minutos al Presidente de Honduras. Hugo Llorens le “recordó que ya habían discutido en dos ocasiones, el 23 y el 29 de enero, la necesidad de que eliminase de su gobierno al responsable de Defensa, Lionel Sevilla, y al jefe del Estado Mayor, Romeo Vásquez Velásquez, miembros ambos del régimen de Micheletti”.
El embajador destacó que “la comunidad internacional, incluso en Washington, busca que Lobo demuestre su liderazgo y compromiso de restaurar plenamente a Honduras en el camino de la democracia”.
El artículo de El País añade que “Lobo objetó que si actuaba precipitadamente, los militares podrían volverse contra él”.
El Presidente, según el cable de WikiLeaks, reconoció que “estaba recibiendo presiones para nombrar como jefe del Ejército al general García Padgett”. El embajador le respondió que “los dos militares más vinculados al golpe eran Padgett y Vásquez Velásquez, así que mejor haría en descartar esa idea”. En su lugar, el diplomático sugirió el nombre del general Doblado, “un meticuloso y altamente respetado oficial”. Y añadió que si esperaba más tiempo para poner orden en Defensa, “las críticas de la comunidad internacional no tardarían en llegar y su decisión sería vista como un sometimiento a la influencia exterior, lo que sería peor”.
Lobo dijo que iba a tener en cuenta los puntos de vista de EUA en la toma de su decisión final.
Según el artículo del diario español, “finalmente, un mes después, en marzo de 2010, Romeo Vásquez Velásquez fue destituido del Ejército. No obtuvo la presidencia de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, pero sí la gerencia de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, Hondutel.
Las voces críticas indicaron que con ese nombramiento se incrementaría el espionaje telefónico. Su sustituto no fue el hombre que recomendó el embajador en un principio, sino el general Carlos Antonio Cuéllar, uno de los seis militares acusados por el fiscal general de abuso de autoridad al detener y expulsar al presidente de Zelaya”.
“En otro documento del ocho de enero de 2010 se informa que el general Vásquez Velásquez le dijo al embajador que los militares respetarían la autoridad del Ministerio Público, pero... “[el general] expresó su esperanza de que el Congreso aprobaría una amnistía que afectaría a todos los que intervinieron en la crisis política de Honduras y en el golpe”. Así ocurrió el martes 26 de enero de 2010. Cuéllar fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército en marzo. Y los cables filtrados por WikiLeaks sólo abarcan hasta febrero de 2010”.
El pasado viernes 28 de enero, Cuéllar fue relevado en su cargo por el general René Osorio Canales, jefe de la guardia de honor presidencial de Lobo. Osorio Canales, publica El País, “fue el oficial que entró en la casa del presidente Zelaya para sacarlo en pijamas a punta de fusil en mitad de la noche. Ahora es el jefe del Ejército en Honduras”.
Titubeos de Zelaya
El País también recuerda que “el antecesor de Llorens, el diplomático Charles A. Ford, ya emitió un cable el 16 de marzo de 2006, con motivo de los primeros 45 días de José Manuel Zelaya en el poder, en el que expresaba los titubeos de Zelaya a la hora de seguir las indicaciones de Estados Unidos.
Eso a pesar de que “cambió a su ministro de Exteriores” por indicación de Estados Unidos y a pesar de que hizo “literalmente” esperar a los Presidentes de Centroamérica y al de México, Vicente Fox, para reunirse con el fiscal general Alberto Gonzales “en su primer encuentro oficial” como Presidente. “Zelaya debe basarse en su sincera actitud pro Estados Unidos e ignorar el aparente resentimiento hacia la dependencia de Honduras respecto a Estados Unidos, con algunos de sus consejeros molestos por el obvio poder económico y político de Estados Unidos”, escribió Charles A. Ford.
Reza el artículo que, “sin embargo, Zelaya a mitad de su mandato estrechó su relación con el presidente venezolano Hugo Chávez. Y se fue granjeando la enemistad de la élite económica hondureña. Hasta que en la noche del 28 de junio de 2009 fue sacado de su casa y expulsado en pijama y a punta de fusil hacia Costa Rica.
Al día siguiente, Roberto Micheletti ocupaba su puesto. Unos lo empezaron a llamar el presidente golpista; otros, como el venezolano Hugo Chávez, lo apodaron Goriletti y algunos, como el embajador estadounidense Hugo Llorens, se referían a él como ‘Presidente de hecho’. En cualquier caso llegó al poder sin que nadie lo hubiese votado y abandonó la Presidencia el 21 de enero, seis días antes de que Lobo jurase el cargo presionado por Estados Unidos para que se quitara de en medio de la escena política y no soliviantara a la comunidad internacional”.
Conformación del Gobierno de Unidad Nacional
Las publicaciones de WikiLeaks también se refieren al diálogo entre Lobo y Llorens en la conformación de su gabinete.
Según uno de los cables, Lobo y Llorens “coincidieron en que los hechos de junio sucedieron por el fracaso del liderazgo político de Zelaya en los meses previos, así como de Micheletti y otras instituciones en apoyar el golpe de Estado”.
El diplomático elogió a Lobo por su compromiso en la creación de su propio gobierno de unidad nacional.
Según el cable, Lobo pidió la ayuda del embajador en la búsqueda de un contrapeso a su popular designado ministro de Seguridad, Óscar Álvarez. Lobo señaló que Álvarez, quien recibió la mayoría de votos de los candidatos al Congreso en noviembre, fue un “constructor de imperios” y que “quería encontrar una persona designada para viceministro que no fuera un hombre de Álvarez”.
Alvarez ya ha había manifestado su intención de seleccionar a su ex viceministro Armando Calidonio. Lobo destacó que la seguridad no era su área de experiencia y esperaba que el embajador pudiera sugerir nombres de algunos candidatos calificados y limpios para la posición.
Llorens habría visto con buenos ojos el nombramiento de los ex candidatos presidenciales Bernard Martínez, del Partido Innovación y Unidad, Pinu, como ministro de Cultura Artes y Deportes; Felícito Ávila, del Partido Demócrata Cristiano de Honduras, PDCH, como secretario del Trabajo y César Ham, de Unificación Democrática, como titular del Instituto Nacional Agrario, INA.