La Secretaría de Salud emitió una nueva alerta epidemiológica tras la muerte sospechosa de una niña de 4 años por rabia humana en Quimistán, Santa Bárbara, zona occidente del país.
El fallecimiento, que ocurrió el 11 de septiembre de 2024, alertó a las autoridades sanitarias del país, dado que el último caso de muerte por esta enfermedad había sido reportado el 21 de mayo de 2024 en Ocotepeque.
La menor fue mordida por un murciélago en la cara el 7 de septiembre, y días después presentó síntomas como fiebre, dificultad respiratoria, dolor de cabeza e inflamación nasal. Fue trasladada al Hospital Mario Catarino Rivas, donde falleció el 11 de septiembre. Al día siguiente, la Unidad de Vigilancia de la Salud tomó muestras post mortem para confirmar el diagnóstico.
En respuesta a este caso, la Sesal exhortó a las regiones sanitarias del país, especialmente a las de Santa Bárbara, Ocotepeque y Copán, a intensificar las acciones de vigilancia y prevención.
Se hizo un especial llamado a aquellas zonas con baja cobertura de vacunación de perros y gatos (menos del 80%) y con alta presencia de murciélagos, como las áreas fronterizas de El Poy y Agua Caliente en Ocotepeque.
La rabia transmitida por murciélagos es una enfermedad infecciosa que afecta tanto a animales como a humanos, y tiene una mayor incidencia en América Latina, donde los murciélagos hematófagos, conocidos como vampiros, son los principales vectores y reservorios del virus.
Este caso se suma a la serie de alertas epidemiológicas emitidas recientemente por la Secretaría de Salud, incluyendo la alerta del 13 de septiembre por el virus de Oropouche, lo que demuestra la vulnerabilidad del país ante múltiples amenazas de salud pública.